sábado, 12 de abril de 2008

267 - LA SOLEDAD NO ES BUENA

LA SOLEDAD NO ES BUENA... (267)


La soledad no es buena compañera;
ni tan siquiera es buena, y no te rías,
para contigo mismo estar a solas.

La soledad es una dura losa
que te agobia, te abruma y anonada;
un estrecho camino que te lleva
por torpes vericuetos a la insania;
una noche sin fin y sin estrellas,
sin luna en lo alto de tu cielo;
un vivir en silencio, condenado
a no escuchar más voces que la tuya,
esa voz ya cascada que no inspira
pensamientos joviales al oirla...

La soledad no es buena para nada,
aunque es cierto que hay veces en la vida
en que la soledad se necesita
algún tiempo, e incluso con urgencia,
para sanar el alma de una herida,
serenar el espíritu exaltado,
reflexionar en paz y sin estorbos...,
o para hablar con Dios directamente,
sin testigos molestos e incapaces
de aliviar tus angustias y tus dudas.

Cumplida su función, -reposo o rezo-,
la soledad no es cosa de provecho,
agota la razón de su existencia
y se va transformando en un veneno
si en esa soledad te perpetúas,
dejándote absorber por esa especie
de lo que acaso pudiéramos llamar
un «agujero negro», sin salida,
donde todo se acaba y nada empieza...

¡La soledad no es buena compañera
y es inútil!. Lo sé por experiencia.


José María Hercilla Trilla
Avila, 20 Enero 1993


(De mi Libro: “Canciones del tiempo perdido”)
(Publ. En
www.esdiari.com Nº 661/06-05-07)

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