viernes, 11 de abril de 2008

261 - BALANCE FINAL

BALANCE FINAL (261)


A mí también me gustaría
poder cerrar, -cual buen contable-,
cuando llegara el día,
los Libros de mi vida
con saldo favorable,
partida por partida;
el de Caja, Mayor y de Inventario,
el de Cuentas Corrientes,
y también el Diario
y el de Proveedores y Clientes.

Ojalá estén hechos los asientos
en forma tal, que los Interventores
celestiales perdonen los errores
y se den por contentos.

Contienen mil gazapos, lo confieso;
hay algunos apuntes que quisiera
que no se hubiesen hecho, pero eso
ya no puede borrarse, aunque se quiera.

Al hacer el Balance, me presumo
que si se hace con justicia estoy perdido;
por eso me consumo
y declaro que estoy arrepentido.

Quisiera suponer que Dios no tiene
expertos Contadores, como Hacienda;
y que el que a mí me atienda,
apruebe mi Balance cual conviene
y no me ponga pegas, ni requiera
que todo lo asentado justifique,
ni que tampoco quiera
que al dedillo mi vida se la explique.

Pero no, del Buen Dios, estád seguros,
que estarán advertidos
sus Contables:

««Procurad no ser duros,
pues estamos perdidos
si sois intransigentes
con estos infelices pecadores,
que no son malas gentes;
podrían ser peores.
Si los Libros de sus vidas no aprobáis,
el futuro está claro:
El Cielo me cerráis,
os despido, y al paro.»»

Por eso yo confío que ese día,
al hacerme el Balance de mis hechos,
los Contables se finjan satisfechos...,
y que Dios, en su trono,se sonría.


José María Hercilla Trilla
Ávila, 28 Octubre 1992




(De mi Libro: “Canciones de mis años idos”)
(Publ.:
www.esdiari.com Nº 643/31-12-06, y
www.avilared.com del 8-01-07)

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