lunes, 7 de abril de 2008

245 - TAMBIÉN TÚ, ESTOY SEGURO...

TAMBIEN TU, ESTOY SEGURO... (245)


También tú, estoy seguro de ello,
recordarás aquellos años idos,
esos años dorados y felices
en los que tanto, tanto nos quisimos.

El tiempo ha transcurrido velozmente,
-no me atrevo a decir que sin sentirlo-,
pero así, a lo tonto, a lo tonto,
transcurrió desde entonces medio siglo,
y desde aquella fecha no se han vuelto
a cruzar, ni una vez, nuestros caminos.

Carezco de noticias; desconozco
aquello que de ti puede haber sido;
el lugar donde vives desde entonces;
si un día te casaste y tienes hijos;
si la vida te dio satisfacciones
o si acaso no fue buena contigo...

No quiero ni pensarlo. Merecías
de lo bueno lo mejor. No lo digo
por eso de decir algún elogio,
cual se dice una frase de cumplido;
lo digo porque es cierto: porque eras...,
no sé como expresarme ni decirlo.

Hay que ver cuanta agua habrá pasado
debajo de la puente de aquel río;
hay que ver, desde entonces, cuanta agua
debajo de aquel puente habrá corrido...


Al recordarte, lo que más añoro
y justo es confesar que más admiro,
es aquella dulzura incomparable
que emanaba de ti, sin tú sentirlo,
y que hacía que yo me refugiase
a tu lado, en busca del asilo
seguro y confortante, cuando estaba
cansado de la lucha o decaído,
seguro de encontrar junto a tu lado,
en remanso de paz, dulce cobijo.

Igual que yo recuerdo aquellos días
y aquel amor tan hermoso y tan limpio,
seguro estoy de que, igualmente,
alguna vez, tú soñarás conmigo
y una leve sonrisa de nostalgia
brotará en tu rostro envejecido
al recordar aquel amor primero,
amor de una pareja de chiquillos
que se quisieron y adoraron tanto,
hace ya, -ahí es nada-, ¡medio siglo!.


José María Hercilla Trilla
Avila, 8 Julio 1992





(De mi libro: “Ensoñaciones”)
(Publ. En
www.esdiari.com Nº 651/25-02-07)

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