ANTES DE QUE ESTE BARCO (457)
Antes de que este barco, minado por la broma,
me deje en la otra orilla
del espacio, y el tiempo -como una cortinilla-
se enrolle tras mi paso,
cegando mis recuerdos y apartándome al punto
de todos los que amo,
quisiera despedirme de mi pequeño entorno
y decirles que muero
feliz y agradecido por haber disfrutado
su buena compañía,
inmerecido premio que Dios me ha concedido
en esta lotería
absurda y sorprendente donde todos jugamos,
sin que nadie se pare
un punto a interrogarnos si nos gusta el billete
que nos tocó en la suerte
o acaso preferimos que repartan de nuevo,
para ver si acertamos
con eso que se dice un número bonito,
bastante diferente
del que al nacer nos dieran. Yo de nada me quejo;
con haberos tenido
a mi lado me basta para considerarme
un hombre afortunado.
Perdono los trabajos, admito las penurias,
olvido las angustias
con las que acaso tuve que pechar a lo largo
de mi incierto camino.
Todo aquello lo doy por bueno y merecido;
es el precio que creo
que pagué justamente por el gran privilegio
de habérseme dejado
compartir vuestra vida, vuestra vida que llena
mi vida y justifica
mi lucha y mi existencia. ¡Sin vosotros, mi vida
no tendría sentido!
José María Hercilla Trilla
www.hercilla.blogspot.com
Salamanca, 5 febrero 2003
(De mi libro: “Íntimas, 1998-2006)
(Publ. en www.esdiari.com Nº 700/29.01.08)
miércoles, 14 de mayo de 2008
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