martes, 13 de mayo de 2008

246 - ¿QUÉ PINTO EN ESTE MUNDO?

¿QUE PINTO EN ESTE MUNDO...? (246)


¿Qué pinto en este mundo, si es que pinto,
pinté o pintaré cosa ninguna,
lo que siempre dudé, con desconsuelo?

Igualmente, ¿qué pinta hombre ninguno,
e incluso, si me apuras y discutes,
la entera humanidad, qué cosa pinta
en esta hermosa tierra que avasalla
y riega con sudor, con sangre y llantos?

Si nacimos de Dios, muy descontento
tendrá Dios que sentirse con su obra,
que en nada le acredita ni enaltece,
que en nada contribuye a su grandeza
de Supremo Hacedor del Universo.

Cuán completa y cabal hubiera sido
su obra universal sin añadidos
de seres racionales contingentes,
de bípedos implumes y salvajes,
depredadores natos e inconscientes
de todo cuanto encuentran a su paso.

Si no somos de Dios obra imperfecta
y sí espontáneo fruto de la suerte,
que acertó a combinar, en mala hora,
al calor producido por un rayo,
minerales moléculas inertes
flotantes en el caldo primigenio,
para formar así el primer germen
autónomo con vida independiente,
que luego, con el paso de los siglos,
sometido a diversas mutaciones,
ha llegado a ser esto que somos,
-de lo que absurdamente presumimos-,
entonces bien se ve cuán poca cosa
somos la humanidad y cada hombre,
pues, fruto del azar, tan sólo somos
un puñado de polvo deleznable
que muere o que se mata, -da lo mismo-,
ignorados de Dios o, cuando menos,
carentes de papel en el concierto
eternal de los astros celestiales.

Y si no pinto nada en este mundo,
ni en nada contribuyo a la grandeza
de ese Dios misterioso, que nos hizo
-o toleró que fuéramos el fruto
imprevisto del azar combinatorio-,
entonces, ¿de qué sirve esa promesa
de renacer de nuevo de la nada,
de surgir de entre el polvo de los muertos
y volver a vivir eterna vida?

Perdóname, Señor, hoy como siempre,
las dudas que me amargan y conturban,
y ten piedad de mí; no me condenes,
ni me prives, Señor, de tu presencia,
pues Tú eres mi última esperanza
y el único consuelo que me resta.

¡Perdóname, Señor, te lo suplico
postrado humildemente ante Tus plantas!

José María Hercilla Trilla
www.hercilla.blogspot.com
Ávila, 10 Julio 1992

(De mi Libro: “FIDES”)
(Publ. en
www.esdiari.com Nº 714/11.05.08)

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