jueves, 21 de agosto de 2008

519 - CUMPLEAÑOS


CUMPLEAÑOS (519)

A mi mujer: Pilar Mañoso Bueso

Envejecer contigo y a tu lado,
no es envejecer, amada mía,
tan sólo madurar, como maduran
los frutos de la tierra, lentamente,
buscando la sazón que los complete
y culmine sus vidas transitorias,
regidas por las leyes naturales
impuestas por la sabia biología.


Cuerda cosa es cumplir con esas leyes,
del todo ineluctables, ciertamente,
y vivir madurando poco a poco,
el uno junto al otro, año tras año,
cuidando nuestro amor, que va creciendo
con el paso del tiempo -te lo juro-,
haciendo que amanezcas cada día
tan bella como cuando nos casamos.


Envejecer, supongo que conlleva,
no el llenarse de arrugas o alifafes,
sino perder el gusto por las cosas
y notar que el amor se debilita,
que todo te da igual, que ya no miras
a quien debes mirar –a ti, mi amada-
con el mismo fervor que cuando entonces,
hace ya medio siglo, ¡casi nada!.




Yo te sigo queriendo como entonces,
prendado de tu gracia y tus encantos,
y aunque el cuerpo se vaya quebrantando,
el alma tengo joven y colmada
de sueños e ilusiones que me hacen
amarte cada día con más fuerza
y a tu lado ascender alegremente
los peldaños que llevan a la meta.


No caben las vejeces en el cielo,
y en el cielo estoy yo desde aquel día
en que Dios enlazó nuestros caminos,
haciendo de nosotros dos en uno.


¡Que cumplas muchos años, vida mía,
y que Dios, con su gran benevolencia,
prolongue muchos años esta dicha,
hasta estar en sazón, ambos a una!



José María Hercilla Trilla
Roquetas de Mar, 27-XI-2006

(De mi Libro: “Íntimas”

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