jueves, 14 de agosto de 2008

479 - 79º CUMPLEAÑOS

79º CUMPLEAÑOS (479)


Cumplí setenta y nueve. Poco a poco,
el barco de mi vida se aproxima
al seguro y final puerto de atraque
donde debe amarrar, ya para siempre.

Las duras tempestades, que azotaron
el casco de la nave y su velamen,
superadas están y atrás quedaron,
unidas a remotos horizontes,
hundidos en las brumas acolchadas
de una vieja memoria adormecida.

Navegar, para mí, a estas alturas,
supone solamente deslizarse,
con poco trapo al aire,
apenas empujado
por una débil brisa que te lleva
-sin torpes cabeceos ni bandazos-
hacia ese final ineluctable
que a todos nos espera cualquier día.

Dijera yo mejor que esto es dejarse
llevar flotando, por la corriente abajo,
sin cuidar del timón o de las velas,
sin miedo a temporal inoportuno,
seguro de llegar sin contratiempos
al puerto prefijado en tu derrota.

El agua es un espejo. No se mueve
la más ligera brisa. Todo calla.
Las gavias penden lacias y abatidas,
cual si fuesen inútiles colgajos.


Mi nave,
la nave de mi vida atormentada,
en esta mar serenamente calma,
avanza sin esfuerzos aparentes,
sin temor al desguace. Dios me espera.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 10 Abril 2.005

(De mi Libro: “Íntimas”)

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