miércoles, 18 de junio de 2008

528 - NO SOY INQUISIDOR

No soy inquisidor (528)

No soy inquisidor. Nada me importan
los pasados ajenos, y hasta incluso
ni mi propio pasado, del que sólo
algunas de sus locas actuaciones
son dignas de especial inquerimiento.

No soy inquisidor. Por eso mismo
no quiero investigar en mi memoria,
felizmente nublada por la niebla
o el polvo levantado con los años.

Aquello que pasó, déjese en calma,
dormido en el rincón de los recuerdos,
sin querer removerlo, y –mucho menos-
extraer del pasado consecuencias
que en su día no fueron realidades.

El pasado pasó, y está bien muerto,
y no vale inquirir en sus despojos
pensando en lo que fue, pudo haber sido,
e incluso en lo que ahora se pudiere
deducir u obtener de aquellos restos.

Ni la propia experiencia nos ayuda
y en la piedra de siempre tropezamos,
sin servirnos de aviso el descalabro
sufrido cada vez que nos caímos.

Si de nada nos sirve la experiencia
¿para qué preocuparse del pasado
dormido en los oscuros recovecos
y pliegues de un cerebro envejecido?

No soy inquisidor; como ya os digo,
ni mi propio pasado, ni tampoco
el pasado de todos mis Hermanos,
despiertan mi atención inquisitiva.

Estimo que es mejor mirar al frente
y sin otro bagaje que no sea
el amor hacia todos los humanos,
caminar decididos, paso a paso,
-con las manos unidas, si es posible-,
pensando en el presente y el futuro,
buscando que el camino que nos queda
esté libre de piedras y de baches
que entorpezcan o tuerzan el camino.

¿Para qué preocuparse del pasado,
si el pasado no existe, y ya sabemos
que aquello que no es, de nada sirve,
y además, al no ser, de nada vale?

No soy inquisidor. Procuro siempre
andar derechamente mi camino,
evitando volver atrás mis ojos
y verme transformado en una estatua,
-cual la mujer de Lot- muda figura,
atada a mi pasado irrepetible.

José María Hercilla Trilla
www.hercilla.blogspot.com
Salamanca, 27 Mayo 2007

(De mi Libro “Canciones del Hermano”)
(Publ. en
www.esdiari.com Nº 675/12.08.07)

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