jueves, 19 de junio de 2008

526 - ¿POR QUÉ HABRÉ DE PARARME?

¿Por qué habré de pararme? (526)


Es breve reflexión que suelo hacerme:
¿Por qué habré de parar si aún tengo cuerda?

Más cómodo y más fácil me sería
dejarme de pensar en cosa alguna
-que no es bueno pensar, siempre lo dije-;
limitarme a vivir el día a día,
lo mismo que una planta en su maceta,
atento solamente a ser regada,
y abonada también, cuando haga falta.

Sentado en mi sillón, quieta la mente,
comido lo preciso y bien cuidado,
¿para qué preocuparse de las cosas,
las guerras y tragedias que suceden
más allá del alcance de mis ojos?

Más cómodo y más fácil me sería,
pero sé que no sirvo para eso;
el ser un vegetal no me convence,
no obstante las ventajas indudables
que tal comportamiento proporciona
a todos los que viven de tal modo,
mirándose el ombligo solamente,
cuidando ensimismados su egoísmo,
sin jamás acordarse de su Hermano,
al que ignoran deliberadamente.

Se es como se es, cual Dios nos hizo,
y mientras siga vivo y tenga cuerda,
mientras pueda pensar cual se me antoje,
atento he de seguir a lo que pasa,
no sólo en torno a mí, ¡en todo el mundo!,
y no habré de parar en mi cruzada
-ridícula cruzada, ciertamente-,
por lograr que los hombres sean Hermanos,
esa bella utopía en la que sueño,
sabiendo que mi sueño es imposible.

Pero ¿qué voy a hacer, si así he nacido,
y sé que todavía tengo cuerda?

¿Por qué habré de parar, dejando en blanco
este folio que espera mi palabra?


José María Hercilla Trilla
www.hercilla.blogspot.com
Salamanca, 24 Mayo 2007

(De mi Libro: “Canciones del Hermano”)
(Publ. en
www.esdiari.com Nº 674/05.08.07)

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