martes, 24 de junio de 2008

438 - SI UN DÍA, ESTANDO A SOLAS...

SI UN DÍA, ESTANDO A SÓLAS… (438)



Si un día, estando a sólas, sin testigos,
sin dolor ni congoja innecesarios,
dormido me quedare para siempre,
con la paz reflejada en el semblante
e incluso la sonrisa entre los labios,
habrán de convenir conmigo ustedes
que sería un final muy aceptable,
quizás inmerecido -bien es cierto-,
que no a todos los hombres les es dado
elegir la manera de morirse.

Morirse tal cual digo equivaldría
a ese decirse «adios» de cada noche:
«Adios, hasta mañana, que descanses»,
que todos nos decimos cuando vamos
a entregarnos al sueño y esperamos
despertar con el sol del nuevo día,
dispuestos a seguir nuestros caminos,
donde quiera que éstos nos conduzcan.

Morirse tal cual digo, supondría
despedirse una noche de los tuyos,
una más de las muchas despedidas
que a diario decimos, de rutina,
y en discreto silencio, sin apenas
causar grandes molestias ni quebrantos,
sin que nadie se entere, si es posible,
no volver a mover ni pie ni pata,
ni volver a opinar de cosa alguna.

No lloréis mi partida; no merezco
-pienso yo- muchos llantos. Me conformo
con vivir algún tiempo en el recuerdo
de todos los que amé, y sobre todo
que piensen que, aunque raro en ocasiones,
no fui malo del todo para ellos,
pues en ellos cifré mis ilusiones
y a Dios agradecí todos los días
el premio que con ellos me otorgara.

No sé cómo será mi hora postrera;
a mí me gustaría, como digo,
a sólas, sin testigos, de repente,
sin dolor ni congojas, en silencio,
con la paz reflejada en el semblante
e incluso una sonrisa enntre los labios.


José María Hercilla Trilla
www.hercilla.blogspot.com
Barco de Avila, 28 Julio 2001


(De mi Libro: “Íntimas” )
(Publ. en
www.esdiari.com Nº 663/20.05.07
y en
www.avilared.com del 3.08.07)

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