miércoles, 19 de noviembre de 2008

086 - CUANDO LAS ILUSIONES

CUANDO LAS ILUSIONES (086)


Cuando las ilusiones se van adormeciendo
y transcurrir los días pausadamente vemos,
sin grandes ambiciones, ni graves descontentos;
y observamos que el verde fulgurante e intenso,
-color de la esperanza-, se torna amarillento,
ese color de otoño, precursor del invierno...

Cuando ves que la vida no es un largo y eterno
caminar anhelante, sino un breve paseo
que apenas deja huella en el ingrato suelo;
que cuando al final llegues del terrenal sendero,
se esfumará en el aire tu nombre y tu recuerdo,
como se esfuma raudo, de la rosa, el intenso
aroma penetrante al llegar el invierno...

Cuando ves agotarse la fuente del deseo
y sientes que tu sangre se remansa en el hueco
de tus viejas arterias, abultadas de aspecto,
sin alterar tu pulso con un latido intenso,
como niño cansado, cobijado en el seno
abrigado y caliente del regazo materno...

Entonces, resignado, sin maldecir al cielo,
ejercitas sumiso, en callado silencio,
el arte insuperable de irte desprendiendo
-sin dolor ni nostalgia- del bagaje molesto
que fuiste acumulando, sin advertir que el peso
del mismo te agobiaba y hacía prisionero...

¿Cuántos años me quedan? ¿Cuántos días aun tengo
en mi cuenta corriente en el Banco del Tiempo?

Ya sé que en esa cuenta los números son negros,
-no rojos como en otras-, y nadie vive a crédito,
pues Dios no es prestamista, y al llegar el momento,
se te salda la cuenta que te convierte en muerto.

Yo ya estoy preparado y el ánimo lo tengo
dispuesto para el trance inesquivable y cierto.


José María Hercilla Trilla
Avila, 26 Octubre 1982


(De mi Libro: "Canciones de mis años idos")

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