jueves, 8 de octubre de 2009

575 - FANTASMAS DE OTROS TIEMPOS


Fantasmas de otros tiempos (575)

Mis viejos conocidos de aquel tiempo pasado,
transcurridos mil años,
-ocho décadas largas-, convertidos en sombras
de obstinada memoria,
desfilan cual fantasmas cuando cierro los ojos
y evoco aquella isla,
lugar paradisíaco, donde tuve la suerte
de crecer cuando niño.

Se cierran mis pupilas, en silencio me quedo,
y todos van pasando
delante de mis ojos, mirándome y diciendo
que se alegran de verme
otra vez entre ellos y dándome las gracias
por mantenerles vivos,
puesto que nadie muere si vivo permanece
en la memoria amiga
de un viejo conocido que cuida su recuerdo.

Sin faltar ni uno sólo,
lentamente desfilan igual que eran entonces,
cuando nos despedimos;
me saludan, me hablan unas breves palabras
y al punto desparecen,
dejándome en el alma un punto de nostalgia
que me deja sumido
durante unos instantes en vagas reflexiones,
con el telón de fondo
del Mahón de mi infancia, inolvidable y bello,
hoy, para mí, perdido
en dulces lejanías de lugar y de tiempo,
vagamente brumosas.

Recordar se asemeja a vivir nuevamente,
con los mismos amigos,
aquel tiempo perdido de nuestros años mozos,
cuando el mundo se abría
delante de nosotros como un jardín prohibido,
colmado de misterio,
de dulce incertidumbre, de juegos y placeres,
de inconsciencia, de vida…

Mahón, ¡qué bello era!, ¡qué buenos mis amigos…!
Puntualmente despiertan
junto con mis recuerdos y alegres me acompañan
hasta Es Repòs d´es Rey,
pasado ya Es Fonduc, a darnos un buen baño,
entre risas y bromas.

Mi familia se extraña de que cierre los ojos
y me quede callado,
se creen que dormido. Lo que estoy es soñando, reviviendo aquel tiempo,
muy lejos de este mundo, volando hacia Menorca….

Por favor, respetadme
y dejad que reviva, con los ojos cerrados,
aquellos años mozos,
cuando surcaba el puerto en mi bonita barca,
sin nada que viniere
a turbar aquel sueño de llegar algún día
a comandar un barco
velero de gran porte y recorrer los mares
en busca de aventuras…
No turbéis mis recuerdos, respetad mis silencios;
dejadme que reviva
unos breves instantes aquel tiempo pasado,
haciéndolo presente,
aunque tan sólo sea disparatado sueño
forjado en mis nostalgias,
evocadoras ellas de un tiempo menorquino,
vivido hace mil años.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 22 Mayo 2009

(Publ. en www.esdiari.com el 25-05-09)


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