sábado, 24 de octubre de 2009

563 - SUEÑOS INCUMPLIDOS

Sueños incumplidos (563)

Hubo un tiempo remoto en que soñaba
con un mundo ideal, donde nos fuere
posible convivir amicalmente,
un mundo donde todos los humanos
cupiéramos en paz y en armonía,
donde fuere posible que el gobierno
de los hombres pudiere ser tratado
con limpio corazón y buenos modos,
sin tener que tirarse a la cabeza
los trastos, los insultos, los rencores

Que pudiera tratarse del gobierno
de los hombres, sin que estos mismos hombres
se odiasen por la sola circunstancia
de tener opiniones diferentes
sobre el cómo debían gobernarse,
o cuál era el Partido que apoyaban,
o las leyes idóneas para ello,
la clase de justicia que querían
o la forma de hacer que se cumpliere …

Ya perdí, hace tiempo, la esperanza
de ver como la paz entre los hombres
llegare a ser normal modo de vida,
acatado por todos sin reparos,
y que todos vivieren su presente
con ojos proyectados al futuro,
sin mucho preocuparse del pasado,
que el pasado del hombre es preferible,
no digo que olvidarlo por completo,
sino sólo tenerlo como aviso
para evitar que vuelva a repetirse.

Ignoro si es verdad, cual dijo Hobbes,
que el hombre es un lobo para el hombre,
pero si no es verdad, pudiere serlo
al ver como los hombres se comportan,
aquí y en todas partes, da lo mismo,
olvidando que todos somos unos,
no digo yo que hermanos, pero primos,
y que además la vida es tan corta
que no vale la pena derrocharla
en herirnos los unos a los otros.

Pero, en fin, adelante, mis Hermanos,
seguid ese camino que no lleva
a lugar que merezca tanto esfuerzo.

Preferible sería que miraseis
lo muy bella que puede ser la vida,
lo muy bueno que puede ser el hombre
cuando llena de amor todos sus actos,
pensando en los demás como en sí mismo,
y ofreciendo las manos bien abiertas.

Yo ya no lo veré, si al fin un día
decidís cambiar y ser mejores,
trocando por amor viejas rencillas,
pero seré feliz, aunque no os vea,
sabiendo que os amáis tal como os amo,
como se debe amar, sí, como Hermanos.

José María Hercilla Trilla
Salamanca, 17 Noviembre 2.008

(De mi libro: "El penúltimo cuaderno")

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