sábado, 13 de diciembre de 2008

292 - LXX CUMPLEAÑOS

LXX CUMPLEAÑOS (292)

Con un grave traspiés inoportuno
que por poco me deja en el camino,
he logrado llegar a los setenta
con la ilusión intacta, como un niño
que aún tuviera todo el tiempo del mundo
delante de sus ojos, al abrirlos,
para poder colmar todos los sueños
de su mente infantil, recién nacidos.

Recuerdo que hace años prometía,
- diez años desde entonces han corrido -,
que al cumplir los setenta de mi vida,
delante de vosotros, mis amigos,
vendría a confesar si aún me encontraba
lo mismo de sensible y emotivo
que al cumplir los sesenta que cumpliera
y que entonces creyera decisivos.

Felizmente compruebo que los años,
aunque corran veloces y sus signos
crucifiquen el cuerpo con su paso,
por fortuna no sucede lo mismo
con el alma, que sabe resistirse,
sin moverse apenas de su sitio,
animada de iguales sentimientos
que la hicieran vibrar en sus inicios.

A pesar de la edad, yo no me siento
como casa dispuesta a su derribo,
es decir como anciano ya caduco,
más cerca de lo muerto que lo vivo,
más cerca de la meta de llegada
que del punto de arranque de mis bríos.

Condescendiendo un poco, me confieso
algo así como un «joven muy crecido»,
al que algunos achaques corporales
limitan movimientos y designios,
impidiendo que pueda hacer locuras
como siempre su cuerpo le ha pedido.

Consciente de ese freno con que el tiempo
el motor de mi vida ha «ralentido»,
soy feliz con mi marcha moderada
y no añoro lo mucho que he corrido
cuando era un hombre en plena forma,
sin trabas que atajaran mi camino.

Por lo demás, me siento como siempre;
tengo el alma igual a la de un niño,
dispuesta a la sorpresa y al asombro,
a llorar, si llorar fuera preciso,
y a reír, si reír fuera posible
en este loco mundo en que vivimos.

El alma tengo joven, aunque el tiempo
mi cuerpo con rigor haya zaherido
y lo haya transformado poco a poco
en este iluso «joven crecidito»,
al que la carne, con los años, pesa,
y que sigue soñando como un niño.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 10 Abril 1996

(De mi Libro: "Las canciones de mis años idos")

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