lunes, 5 de enero de 2009

416 - LXXIV CUMPLEAÑOS

LXXIV CUMPLEAÑOS (416)


Setenta y cuatro ya. Hermosa cifra.
Ignoro si son muchos o son pocos.

A muchos conocí, que no llegaron
y se fueron quedando en el camino,
sin poder alcanzar aquellos sueños
de sus años tempranos y gozosos,
cuando el mundo parece ser propicio
a rendirse a quién quiera conquistarlo
y a la lucha se apreste con denuedo.

De la vida, cual de árbol sacudido
por el viento inclemente de los años,
los hombres se desprenden como frutos,
tal vez sin madurar muchos de ellos,
cual hicieron muchísimos amigos
que se fueron del árbol desgajando,
sin poderme seguir en el camino,
sin poder madurar conjuntamente
y a mi lado seguir envejeciendo,
para juntos, cobrados en manojo,
al fin desparecer por la escotilla,
procurando causar pocas molestias;
que los duelos con pan son menos duelo,
y si en silencio son, miel sobre hojuelas.

Vaya el difunto al hoyo inesquivable
y procure causar pocos trastornos,
para que luego la familia pueda
decir a los amigos que te has muerto
en paz, como un santito, aunque en vida
tuvieran opinión muy diferente
e incluso te tacharan de malvado.

¡Setenta y cuatro ya! ¡Cómo pasaron!
Lleno estoy de ilusiones y proyectos,
que sé que quedarán tan sólo en eso.

¿Qué por qué tan seguro te lo digo?
Muy sencillo. ¡Porque se acaba el tiempo!

No el tuyo, claro está. Tú aún eres joven.
Mi tiempo es el que acaba, ¡sin remedio!.



José María Hercilla Trilla
Salamanca, 10 abril 2000

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

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