sábado, 2 de enero de 2010

LA JUSTICIA GRATUITA

LA JUSTICIA GRATUITA

(Pronunciada ante una reunión de Decanos,
celebrada en Ávila, para entretener la sobremesa)

Amigos, compañeros, - os doy la bienvenida
a esta Ciudad, que eleva
a los cielos azules - los cubos desafiantes
de sus altas almenas.

Espero que esta breve - estancia entre nosotros
os sea placentera
y guardéis, al marcharos, - un recuerdo agradable
de la abulense tierra
que os acoge gozosa - y se siente, al teneros
con nosotros, contenta.

Estas altas murallas, - testigos de otros tiempos,
otras gentes y gestas,
complacidas os abren, -porque os saben amigos,
de par en par las puertas
y os muestran sus encantos, - para que vuestros ojos
queden presos en ellas.

Recordad con nostalgia - esta breve jornada
y tened la certeza
de que al marcharos hoy, - dejáis entre nosotros
clara memoria vuestra.

Mi sangre castellana, - soriana y salmantina,
se me revuelve inquieta
y orgullosa de veros - hermanados a todos
en torno de esta mesa,
sin hacer distinciones - en si somos leoneses
o si somos de Cuenca.

Somos todos hermanos - porque todos nacimos
en esta dura tierra
que llamamos España, - formada por Castilla,
por León, por Valencia,
Navarra, Extremadura, - Cantabria y La Rioja,
por Galicia la meiga,
Asturias y Vasconia, - la dulce Andalucía,
Cataluña opulenta,
por Aragón, por Murcia, - por La Mancha, que tiene
cervantinas esencias;
y no quiero olvidarme - de esa España con nombre
de Melilla y de Ceuta;
ni de las tres provincias - que integran el conjunto
con sus Islas risueñas.

No sé si esta jornada - os habrá satisfecho,
ni si esta ponencia
sobre temas tan arduos - como el turno de oficio
y aquel de la asistencia
debida al detenido, - habrán contribuido
a esclarecer la inmensa
complejidad que tienen - los dos turnos citados,
en lo que se entremezclan
justicia y demagogia, - y en los que nos han dado
bailar con la más fea.

Yo veo muy difícil - encontrar soluciones
a estos graves problemas,
puesto que no nos basta - convencer al Ministro
de Justicia, Ledesma,
si no hemos convencido - previamente a Solchaga,
que dispone en Hacienda.

Y es de todos sabido - que, lo mismo en España
que en la China o en Persia,
el que manda en el mundo - es aquel que el dinero
a su antojo maneja.

Y conste claramente, - y quede por escrito,
que no hay malevolencia
contra el Señor Solchaga, - y menos todavía
contra el Señor Ledesma.

Estas cosas suceden - con todos los Gobiernos
de todas las creencias,
y han sucedido siempre, - en todas las Edades,
antiguas y modernas.

El hacer caridades, - contando para ello
con las bolsas ajenas,
es algo tan corriente - que a nadie le sorprende
tan sucia corruptela,
y mientras haya tontos - que soporten el peso
y lleven la defensa
gratuita de las gentes - que litigar pretenden
sin gastar una perra,
el Gobierno, callado,, - marchará tan a gusto....,
porque no hacemos huelga.

Y que os conste igualmente - que esta perorata
no os sirva para hacerla,
pues nunca he sido amigo, - para arreglar las cosas,
del uso de la fuerza.

Yo soy hombre tranquilo, - escéptico-anarquista
si queréis, por más señas,
pero amigo del orden, - aunque algunos creáis
ser esto incongruencia.

Y dentro de ese orden, - hablando como amigos
en torno de una mesa,
es como debe darse - solución honorable
a este viejo problema
de que siempre seamos - nosotros los paganos
de gratuitas defensas.

(Si en muchas ocasiones - no se llega a un acuerdo,
quizás ello se deba
a que la mesa usada - no tenga buenos vinos
y una carta selecta,
pues es harto sabido - que con buenos manjares
se adormecen las fieras,
y hasta el hombre más bruto, - aunque sea Ministro,
evita las peleas
y se encuentra dispuesto - a transigir, a cambio
de disfrutar la siesta.)

Lo malo de este asunto - es que quiénes nos mandan
están hartos de cenas
y no admiten que nadie - influya en sus criterios
con presiones externas.


¡Ellos tienen, amigos, - la Verdad Absoluta!
Ahí radica el problema.

Esperemos que un día - podamos convencerles,
ya sea con ponencias,
ya sea con razones - tan claras y evidentes
cual quieren ser las nuestras,
de que está muy errados - y que hay leyes injustas
y que hay normas funestas.

La Justicia gratuita, - o es gratuita del todo
o es sólo una entelequia.

Que los Jueces no cobren - en los juicios de oficio
al dictar sus sentencias;
ni cobren los Fiscales, - o cobren cual nosotros
una puerca miseria.

Mas pretender que sólo - los Abogados carguen
con esa carga inmensa
de los Turnos de Oficio, - es mofa intolerable
e imperdonable ofensa.
Aquello que Pacheco, - alcalde jerezano,
un buen día dijera
respecto a la Justicia, - yo suscribo igualmente
respecto a la defensa
gratuita que sufrimos - y a la del detenido
obligada asistencia.

Ya es mucho cachondeo - y zafia demagogia
tanta falsa pobreza...

Y a este paso, aseguro - que los únicos pobres,
la absoluta miseria,
será la que tengamos - aquellos que ejercemos
esta noble carrera,
pues todo ciudadano - reclama un Abogado,
y con tal exigencia,
como quien pide un vino - en oficial banquete,
que es gratis y no cuesta.

¡Yo quiero un Abogado! - Así dicen las gentes,
y con tal insolencia
que te mueven a veces, - en vez de a defenderlos,
a pedir su condena.

Y es que todos sabemos - que se estima muy poco
aquello que no cuesta.

Dadnos, Dios, esperanza - para seguir luchando
por esta clase nuestra,
sufrida y sosegada, - que cruza por el mundo
con esta cruz a cuestas
para que el mundo entero, - a costa de nosotros,
en la Justicia crea.

Perdonad, mis amigos, - que de pasión cegado,
con esta verborrea
os haya estropeado, - sin haberlo querido,
la grata sobremesa.

Os agradezco a todos - y muy sinceramente
vuestra grata presencia,
la labor que habéis hecho - al trabajar unidos
en la dura tarea
de sacar conclusiones - que sirvan para algo
de esta ingrata ponencia,
y espero que muy pronto - volvamos a reunirnos,
allí dónde Dios quiera,
para tener el gusto - de veros nuevamente,
mis queridos colegas,
y hablar de nuestras cosas - y de cómo arreglamos
tan variados problemas.


Perdonad este rollo - y usad para conmigo
toda vuestra indulgencia.

¡A todos, un abrazo, - y mis mejores votos
por vuestra dicha eterna!



José María Hercilla Trilla
Decano de este I. Colegio
Avila, 4 de Junio de 1988

1 comentario:

Unknown dijo...

MAGNIFICO Y ACTUAL, SOBRE TODO AHORA QUE TODAS LAS CCAA TIENEN RETRASOS EN LOS PAGOS Y POR UN LADO QUIEREN VENDER LAS BONDADES DEL SISTEMA Y POR OTRO RECORTAR SERVICIOS, CLARO A COSTA DEL ABOGADO QUE CON SUS RECURSOS ES EL MAL DEL SISTEMA, SEGUN ELLOS CLARO, PORQUE ELLOS SI COBRAN FELIZ AÑO