DIARREA LEGISLATIVA
No quiero que me creas anarquista
ni, menos, parecerte iconoclasta,
si te digo que sobra, -más que basta-,
tanta norma legal y formalista.
No hay Ministro novato que resista
a dejarnos la muestra de su «plasta»,
colándonos, osado, en la canasta
su feto malformado legalista,
ni sector de la vida al que no llegue
el afán de su insana dictadura
y el mando de la Ley no se desplegue
y cubra con su torpe letra oscura.
¡ Con tantas ordenanzas y controles,
nos tocan los Ministros... los bemoles !
Avila, 12 Julio 1985
miércoles, 24 de marzo de 2010
sábado, 13 de marzo de 2010
POEMA DEL TRISTE CASERO
POEMA DEL TRISTE CASERO
Esta que se llama Ley
Especial de Arrendamientos,
-anticuada maravilla
desfasada por el tiempo-,
dragón que siempre devora
al arrendador y dueño
de locales y viviendas,
y que viene protegiendo
en forma desvergonzada,
con tesón y con empeño,
tan sólo a los inquilinos,
más que Ley, es un engendro.
La Ley que no trata igual
en su enmarañado texto
a ambas partes contratantes
y pone todo su celo
en jorobar a una de ellas,
dejándola casi en cueros,
será Ley por venir dada
o emanada del Gobierno,
pero nunca será justa,
por más que nos esforcemos
en acatar sus mandatos
malhadados y funestos.
Esta es Ley generadora
de disgustos y de pleitos,
y pobre de aquel osado
propietario, que creyendo
que la razón es muy suya,
se lo toma tan en serio
que acude a los Tribunales,
pues acabará perdiendo.
Cada vez que hasta mi llega
un desesperado dueño
a quien no alcanzan las rentas
para pagar los aumentos
de arbitrios municipales,
ni tampoco los impuestos
de contribución urbana,
-de día en día más gruesos-,
se me alborotan los pulsos
y se me erizan los pelos,
pues aunque quiera ayudarle,
la Ley dice que no puedo.
¡Esa Ley, que sólo da
la razón, a contrapelo,
solamente al inquilino
y se la quita al casero!
Con esa Ley en la mano
menguado papel hacemos
los sufridos abogados
desfacedores de entuertos,
pues toda nuestra labor
se limita a dar consuelo
al contrito propietario
que, con lamentable aspecto,
comparece ante nosotros
pidiéndonos el remedio
a todas las desventuras
causadas por el arriendo.
Si el buen Dios no lo remedia
iluminando al Gobierno
y Cortes para cambiar
de la injusta Ley el texto,
me temo que más de uno
de los llamados caseros
de fincas con renta antigua,
habrá de verse muy presto
en el horrible dilema
de pedir cual pordiosero,
o... levantarse la tapa
craneana de los sesos.
José María Hercilla Trilla
Avila, 6 Enero 1980
Esta que se llama Ley
Especial de Arrendamientos,
-anticuada maravilla
desfasada por el tiempo-,
dragón que siempre devora
al arrendador y dueño
de locales y viviendas,
y que viene protegiendo
en forma desvergonzada,
con tesón y con empeño,
tan sólo a los inquilinos,
más que Ley, es un engendro.
La Ley que no trata igual
en su enmarañado texto
a ambas partes contratantes
y pone todo su celo
en jorobar a una de ellas,
dejándola casi en cueros,
será Ley por venir dada
o emanada del Gobierno,
pero nunca será justa,
por más que nos esforcemos
en acatar sus mandatos
malhadados y funestos.
Esta es Ley generadora
de disgustos y de pleitos,
y pobre de aquel osado
propietario, que creyendo
que la razón es muy suya,
se lo toma tan en serio
que acude a los Tribunales,
pues acabará perdiendo.
Cada vez que hasta mi llega
un desesperado dueño
a quien no alcanzan las rentas
para pagar los aumentos
de arbitrios municipales,
ni tampoco los impuestos
de contribución urbana,
-de día en día más gruesos-,
se me alborotan los pulsos
y se me erizan los pelos,
pues aunque quiera ayudarle,
la Ley dice que no puedo.
¡Esa Ley, que sólo da
la razón, a contrapelo,
solamente al inquilino
y se la quita al casero!
Con esa Ley en la mano
menguado papel hacemos
los sufridos abogados
desfacedores de entuertos,
pues toda nuestra labor
se limita a dar consuelo
al contrito propietario
que, con lamentable aspecto,
comparece ante nosotros
pidiéndonos el remedio
a todas las desventuras
causadas por el arriendo.
Si el buen Dios no lo remedia
iluminando al Gobierno
y Cortes para cambiar
de la injusta Ley el texto,
me temo que más de uno
de los llamados caseros
de fincas con renta antigua,
habrá de verse muy presto
en el horrible dilema
de pedir cual pordiosero,
o... levantarse la tapa
craneana de los sesos.
José María Hercilla Trilla
Avila, 6 Enero 1980
viernes, 5 de marzo de 2010
AL DECANO DEL COLEGIO DE LA RIOJA
AL EXCMO. SR. DECANO DEL ILUSTRE
COLEGIO DE ABOGADOS DE LA RIOJA,
SR. DON FRANCISCO MARTINEZ-CORBALAN
En homenaje, recuerdo y agradeci-miento a una jornada inolvidable en Logroño.
En todo parecido a un Senador romano,
lo mismo por su aspecto y su augusta presencia
que a todos nos cautiva, que por la mucha ciencia
jurídica que encierra este Señor Decano
del Ilustre Colegio de Abogados Riojano,
doctísimo jurista, dechado de experiencia,
que muy recientemente demostró su paciencia,
al par que su elegancia, cual buen samaritano.
EL nos prestó cobijo, buena mesa y buen vino,
en esa riojana ciudad encantadora,
cuyo tesoro humano a describir no atino,
pues las muchas virtudes que su gente atesora
e innata simpatía, a todos nos obliga
a tener La Rioja por ejemplo y amiga.
José María Hercilla Trilla
Avila, 28 Febrero 1989
COLEGIO DE ABOGADOS DE LA RIOJA,
SR. DON FRANCISCO MARTINEZ-CORBALAN
En homenaje, recuerdo y agradeci-miento a una jornada inolvidable en Logroño.
En todo parecido a un Senador romano,
lo mismo por su aspecto y su augusta presencia
que a todos nos cautiva, que por la mucha ciencia
jurídica que encierra este Señor Decano
del Ilustre Colegio de Abogados Riojano,
doctísimo jurista, dechado de experiencia,
que muy recientemente demostró su paciencia,
al par que su elegancia, cual buen samaritano.
EL nos prestó cobijo, buena mesa y buen vino,
en esa riojana ciudad encantadora,
cuyo tesoro humano a describir no atino,
pues las muchas virtudes que su gente atesora
e innata simpatía, a todos nos obliga
a tener La Rioja por ejemplo y amiga.
José María Hercilla Trilla
Avila, 28 Febrero 1989
lunes, 1 de marzo de 2010
AL DECANO DEL COLEGIO DE ALBACETE
AL ILMO. SR. DECANO DEL ILUSTRE
COLEGIO DE ABOGADOS DE ALBACETE,
DON JAVIER SANCHEZ CARRILERO
Más fino tu detalle que el acero
de la hermosa navaja albaceteña,
bello gesto que a todos nos enseña
que además de Decano es Caballero
nuestro amigo, el Ilustre Carrilero,
de porte distinguido y faz cenceña,
donde lleva grabada la risueña
sonrisa del que es bueno por entero.
Tu navaja, -que luce en mi escritorio-,
es prueba fehaciente del notorio
buen hacer de mi amigo y co-Decano
Ilustre Don Javier, a quien admiro,
y jugando con ella entre mi mano,
añorando La Mancha, va un suspiro.
José María Hercilla Trilla
Avila, 2 Noviembre 1988
COLEGIO DE ABOGADOS DE ALBACETE,
DON JAVIER SANCHEZ CARRILERO
Más fino tu detalle que el acero
de la hermosa navaja albaceteña,
bello gesto que a todos nos enseña
que además de Decano es Caballero
nuestro amigo, el Ilustre Carrilero,
de porte distinguido y faz cenceña,
donde lleva grabada la risueña
sonrisa del que es bueno por entero.
Tu navaja, -que luce en mi escritorio-,
es prueba fehaciente del notorio
buen hacer de mi amigo y co-Decano
Ilustre Don Javier, a quien admiro,
y jugando con ella entre mi mano,
añorando La Mancha, va un suspiro.
José María Hercilla Trilla
Avila, 2 Noviembre 1988
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