martes, 15 de septiembre de 2009
586 - EXAMEN DE CONCIENCIA
Examen de conciencia (586)
Lo pienso muchas veces, y acredito
que es bueno hacer examen de conciencia,
aunque sea a destiempo y algo tarde
para poner remedio a ciertas cosas.
Llegado a cierta edad –aunque no viejo,
palabra que repugna a mis principios-,
forzoso es confesar que esto se acaba,
que no cabe esperar largo futuro,
ni cabe proyectar grandes hazañas
que no podrás jamás llevar a cabo.
¿Para que engañarse a uno mismo?
Es tu cuerpo el que te va avisando,
de modo despiadado algunas veces,
con mil enfermedades y dolores,
sintiendo como aumentan tus carencias,
como pierdes memoria y facultades,
avisa que la cuerda se te acaba
y que el tren de tu vida entra en agujas,
de que llegas al fin de tu destino.
Por eso te acredito y aseguro
que es bueno hacer examen de conciencia
y a Dios agradecerle sus mercedes,
y a Dios y a tus Hermanos suplicarles
que sepan perdonarte tus pecados,
gran número de veces cometidos,
más bien que por maldad, por ignorancia,
por ser un pobre imbécil presuntuoso
que creyó que le estaba permitido
campar a sus antojos por el mundo,
sin pensar en el mal que sus acciones
pudieren irrogar a sus Hermanos.
No sé cuando el reloj ha de pararse,
mas tranquilo espero ese momento
mientras hago examen de conciencia,
para luego a mi Dios darle las gracias
por todas las mercedes recibidas,
y a Él y a mis Hermanos, igualmente,
suplicarles que quieran perdonarme
mis faltas y pecados.¡Así sea!
José María Hercilla Trilla
Barco de Ávila, 15 Julio 2009
(De mi libro: "El penúltimo cuaderno")
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