Ha de llegar el día (581)
Ha de llegar el día –Dios quiera que se tarde-,
de resolver las dudas
que me han acompañado durante mi camino,
amargándome a veces
alguna de las horas que éranme precisas
para otros menesteres,
pues con pensar no basta para afrontar la vida
y ganarse el sustento
preciso cada día para seguir viviendo.
¡Cuantas horas pasadas
en un fútil intento de hacer luz que aclarase
las oscuras tinieblas
que el alma me turbaban con obstinado empuje!
Lo que me tranquiliza
es saber que ese día –el del fin de mi vida-
al hacerse la luz
y aclararse mis dudas, podré dormir sin nada
que sobresalte el sueño,
sin padecer insomnios por culpa de esas dudas
que me han martirizado
buscando resolverlas, o al menos vislumbrarlas.
Por mucho que he pensado,
no me ha sido posible desvelar los misterios
de la vida y la muerte,
del presente y futuro, del origen y causa
del mundo en que vivimos,
llegando a convencerme de que es un misterio
por siempre indescifrable
para todos nosotros, y que sólo ese día
cuya llegada aguardo,
tendré cabal respuesta a todas las preguntas.
¡No tengo prisa alguna por llegar a saberla!
José María Hercilla Trilla
Salamanca, 5 Julio 2009
De mi libro: "El penúltimo cuaderno")
lunes, 21 de septiembre de 2009
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