TARDES MÍSTICAS (018)
- I -
Las viejas Catedrales
con sus naves silentes,
han sido confidentes
de mis líricos males.
En las horas de hastío
me han abierto sus puertas,
y en sus naves desiertas,
postrado sobre el frío
y duro pavimento,
he llorado mi vida
con callado lamento.
¡Y mis ojos han visto
manar sangre la herida
del costado de Cristo!
- II -
Las viejas Catedrales
conocen mi silueta...
Mis sueños de poeta,
los altos ventanales
nimbaron con sus luces
sutiles e irisadas...
Y las tallas clavadas
en las dolientes cruces
saben mis desventuras
de bardo visionario....
¡En sus naves oscuras
y desiertas, he visto,
al rezar mi Rosario,
como lloraba Cristo!
José María Hercilla Trilla
Cañaveral, 1948
(De mi libro: "Canciones de juventud")
viernes, 10 de julio de 2009
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