CAÑAVERAL LEJANO (I) (279)
Exiliado me encuentro de tu vera,
llevado por los hados o el destino,
mas nunca me he olvidado del camino
de regreso a tu verde primavera.
Si añorándote vivo, bien quisiera
un día reintegrarme peregrino
a mi tierra natal, la que adivino
cual oasis de paz, que en paz me espera.
Cañaveral, dormido en la distancia,
renace en mi memoria cada día;
recuerdo ilusionado la fragancia
de tu azahar y el rumor de mis colmenas…
Tu recuerdo me colma de alegría
y, soñando con ti, se van mis penas.
Barco de Ávila, 24 Agosto 1993
CAÑAVERAL LEJANO (II) (280)
Exiliado me encuentro de tu vera,
sujeto por los hados o el destino,
mas nunca he renegado del camino
que lleva hasta tu dulce primavera.
Añorándote vivo, y bien quisiera
un día reintegrarme peregrino
a mi tierra natal, la que adivino
un remanso de paz, que en paz me espera.
Cañaveral, dormido en la distancia,
despierta en mi memoria cada día;
recuerdo ilusionado la fragancia
de tu azahar, y el rumor de mis colmenas…,
y al hacerlo, me lleno de alegría,
y soñando con ti, se van mis penas.
José María Hercilla Trilla
Barco de Ávila, 24 Agosto 1993
(De mi Libro: "Canciones extremeñas")
sábado, 21 de marzo de 2009
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