AQUI, FRENTE A LA MAR (252)
Aquí, frente a la mar, en esta tarde
rumorosa, donde el aire templado,
aromado de hibisco y buganvilla,
va ondulando las aguas blandamente
con el juego gracioso de sus alas,
me dejo anonadar por el encanto
y la paz del lugar, viendo las aguas
moverse lentamente, sin espumas,
heridas por los rayos mortecinos
de este sol que camina hacia el ocaso
en suave declinar, para ocultarse
detrás de la rocosa y alta sierra,
apenas vislumbrada en lejanías
de brumas matizadas decrecientes,
más allá de la Punta de la Mona.
Aquí, frente a la mar, igual que el día
que lentamente acaba y languidece,
¡qué dulce me sería abandonarme
y ya, sin ambiciones ni deseos,
acompañar al sol hacia el ocaso
y trasponer, con él, el horizonte...!
José María Hercilla Trilla
Almuñecar, 22 Julio 1992
(De mi Libro: "Canciones del tiempo perdido")
lunes, 1 de diciembre de 2008
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