CUANDO ME MORI (322)
Tan malo me sentí, tan acabado,
que al punto comprendí que me moría,
y a la Muerte me di sin rebeldía,
sabiendo que mi hora había llegado.
Una vez que el dolor me hubo matado,
tranquilo y sin dolores, me sentía
flotar en una oscura lejanía,
en brazos de la Muerte transportado.
Las horas en que estuve en tal negrura,
ausente de este mundo y de la vida,
flotando en los caminos celestiales,
vacías estuvieron de amargura,
y os puedo asegurar que la partida
no duele, como temen los mortales.
José María Hercilla Trilla
Salamanca, 21 Diciembre 1997
(De mi Libro: "Las canciones del tiempo perdido")
martes, 23 de diciembre de 2008
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1 comentario:
"mercedes cediel bermejo"
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