LAS BIENAVENTURANZAS (270)
Yo quisiera creer que mis Hermanos,
aquellos que parece que nacieron
para cargar sobre sus hombros todos
los males y desgracias de este mundo,
aquellos que nacieron ya marcados
para sufrir desde la misma cuna
los horrores del hambre y de la guerra,
yo quisiera creer que irán al Cielo
y allí disfrutarán holgadamente
de cuanto en esta vida carecieron,
les hicieron sufrir o les privaron...
Releo tu Sermón de la Montaña,
donde un día dijiste a mis Hermanos
que el pobre, que el hambriento, el perseguido,
el que llora, y todo aquél que sufre,
saciados se han de ver, y ha de ser suyo
el reino de los Cielos prometido,
y que verán a Dios con limpios ojos.
Si así no sucediere, qué tristeza,
qué pena y qué dolor inenarrables,
qué injusticia, Señor, en el reparto
de la dicha, los gozos y los bienes...
Hay veces que, pensando en estas cosas,
en tantos inocentes como sufren
a manos de otros hombres, sus Hermanos,
me duele el corazón, me duele el alma,
¡ me avergüenzo, Señor, de ser un hombre !
José María Hercilla Trilla
www.hercilla.blogspot.com
Avila, 28 Febrero 1993
(De mi Libro: "Canciones del Hermano")
lunes, 13 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario