EXAMEN FINAL (108)
El día que el buen Dios te llame a juicio,
no bastará decir que no has pecado,
y con ello creer que has alcanzado
el Cielo prometido en beneficio.
No ha de bastarte, no, que el edificio
de tu vida presentes blanqueado,
con el frente lucido y encalado,
y jamás salpicado por un vicio.
No te habrán de juzgar por la fachada,
que podrás presentar bien aseada,
sino por el Amor que hacia tu Hermano
en tu breve camino hayas vertido,
tendiéndole a tu prójimo la mano,
en gesto generoso y desprendido.
José María Hercilla Trilla
Avila, 10 Octubre 1984
(De mi Libro: "Canciones del Hermano")
viernes, 3 de octubre de 2008
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