domingo, 30 de agosto de 2009
548 - EXAMEN DE FIN DE CURSO
EXAMEN FIN DE CURSO (548)
El día que el Señor nos llame a juicio
no habrá de preguntarnos ¿Cuánto tienes,
qué títulos y honores alcanzaste,
en qué clase de cuna te mecieron?,
ni ninguna de aquellas otras cosas
que los hombres tomamos como datos
bastantes cuando a juicio sometemos
al hombre que a nosotros se aproxima.
Entiendo que el Señor, en sus preguntas,
podría formularnos, entre otras:
¿Amaste a tu prójimo tal como
querías ser amado tú por ellos?
¿Le diste de comer a los hambrientos?
¿Vestiste al desnudo o abrigaste
a aquel que tuvo frío y te pedía
un poco de calor, tan solo un poco?
Cuando diste limosna, ¿también diste
un poquito de amor con las monedas
al pobre pedigüeño suplicante?
¿Atendiste al enfermo o desvalido?
¿Respetaste a tus padres y cuidaste
de ellos, sin mandarlos a un asilo?
Tampoco indagará si eres cristiano,
budista, islamista o protestante,
incluso ni si fuiste un pobre ateo,
tan pobre que ni un Dios tuviste en vida;
todos seremos uno al enjuiciarnos
y a todos juzgará de igual manera,
sin entrar a juzgar su procedencia,
ni apreciar esas señas distintivas
que en la tierra separan a los hombres.
Puede ser que el Señor pregunte mucho,
pero ten por seguro que el examen
tan sólo ha de ceñirse a una materia,
muy fácil de aprender, aunque no sea
tan fácil de aplicar a nuestro modo
de vivir, donde tan sólo prima
un insano hedonismo sin medida.
En esa asignatura, que se llama
“Amor”, nos examinarán a todos,
y me aterra, Señor, ser suspendido
por no haberla aplicado enteramente
en el largo camino de mi vida.
José María Hercilla Trilla
www.hercilla.blogspot.com
Salamanca, 17 Junio 2.008
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