CORAZON DE PIEDRA (207)
Cámbiame, Tú, Señor omnipotente,
mi viejo corazón de dura piedra
por otro corazón hecho de carne
humana, débil y perecedera,
para que sus latidos en mis sienes
atestigüen y den clara conciencia
del milagro que implica el estar vivo,
-con todo lo que eso representa-,
y me haga sentir de mis Hermanos
su Hermano en el dolor y en la miseria.
¡Todavía mejor! Haz un milagro
y en mi pecho coloca una colmena
en vez de un corazón, para que siempre
destile rubia miel y blanca cera.
José María Hercilla Trilla
Avila, 16 Mayo 1989
(De mi Libro: "Fides")
martes, 2 de septiembre de 2008
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