LAS DOS ROSAS (200)
Las dos rosas nacieron
en el mismo rosal...
La primera, su aroma
y color fue a dejar
en el pecho arrogante
de una dama sin par.
La segunda, no tuvo
tan hermoso final
y acabó como adorno
de una mesa oficial,
en gratuito banquete
de abundante champán,
donde todos buscaban
la forma de medrar
y subirse en el carro
del partido triunfal.
¡Cómo cambia el destino,
la suerte o el azar,
el final de dos rosas,
que pudo ser igual
y fue tan diferente
que ya no cabe más,
pues acabó la una
en tan bello lugar,
-el pecho de una dama
espléndida y sin par-,
en tanto que la otra
con su aroma fue a dar
en medio de una cena
político-oficial,
donde el olor a sucio
no logró mitigar!
(Y pensar que nacieron
en el mismo rosal...)
José María Hercilla Trilla
Avila, 1º Diciembre 1988
(De mi Libro: "Ensoñaciones")
viernes, 20 de febrero de 2009
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