IMPLORANDO TU AMOR (112)
Implorando tu amor paso mi vida
y por mucho que imploro, no consigo
excavar un refugio, para abrigo
de mi amor, en tu alma endurecida.
Cómo me duele el alma, enfebrecida
de este amor que es mi gloria y mi castigo...
Me obstino en alcanzarte y te persigo
sabiendo que te tengo ya perdida.
Es inútil que intente rebelarme;
como una mariposa he de quemarme
en la llama sin fin de tus desdenes;
tu esclavo habré de ser, y lo que ordenes
gustoso cumpliré, sólo por verte
y adorarte en silencio hasta la muerte.
José María Hercilla Trilla
Avila, 24 Diciembre 1984
(De mi Libro: "Ensoñaciones")
miércoles, 11 de febrero de 2009
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