lunes, 11 de enero de 2010

EN LA QUINTA JORNADA, EN PALENCIA

EN LA QUINTA JORNADA

(Ya se decía en la anterior, que estas "cplas"
se hicieron con motivo de unas jornadas prepa-
rativas, de los Colegios de Abogados de Castilla
y León, para un Congreso General de la Abogacía,
a celebrar en Palma de Mallorca el año siguiente)


Mis muy queridos amigos
de estas Juntas de Gobierno
regidoras del destino
de los Ilustres Colegios
de Abogados.... y Abogadas,
que de todo hay en el cesto.

Quisiera manifestaros
que me encuentro muy contento
de ver como las ponencias
van por sus pasos concretos,
se desarrollan felices
como en galante torneo,
sin palabras malsonantes
que te hagan fruncir el ceño,
y en un ambiente tan grato
que pudiera ser ejemplo
para esos Diputados
que riñen en el Congreso
o a cerriles Concejales
de tantos Ayuntamientos.

Aquí no se ofende a nadie
y aunque con cálido verbo
se sostienen opiniones
desde puntos contrapuestos,
a todos se les escucha
y se les tiene respeto,
y al final de las sesiones
se logra feliz consenso.

Por eso digo y repito
que me siento satisfecho
de sentarme entre vosotros,
que sois unos caballeros.

(Que Doña Carmen, Decana
del Ilustre de Toledo,
torne esto en femenino
y sepa aplicarse el cuento,
pues si caballeros dije,
digo Damas por entero.)

- I -

En Salamanca estuvimos
y allí se marcó el comienzo
de estas Jornadas que son
y serán el fundamento
de los principios que rijan
en Palma, cuando el Congreso
se celebre, si Dios quiere,
en el año venidero.

De Salamanca no hablo,
pues de todos es ejemplo
y, como dijo Cervantes,
cuantos en ella vivieron
y gozaron sus delicias,
quisieran volver de nuevo.


- II -

En la ciudad Abulense
tuvimos segundo encuentro,
con ponencias sobre asuntos
tan absurdos y molestos
como los Turnos de Oficio
y el no menos puñetero
de asistencia al detenido
que pide el auxilio nuestro.

Avila, noble Ciudad,
la más cercana del cielo,
rodeada de murallas,
cuyas puertas se os abrieron
y se os entregó gozosa,
orgullosa de teneros
aquel día entre nosotros...,
y no sigo, pues no debo,
por modestia, molestaros
alabando lo que quiero.


- III -

En Valladolid volvimos
a encontranos, y allí mesmo
se trató del espinoso
y muy difícil comienzo
de los jóvenes que acaban
la carrera, y al Colegio
se incorporan, presurosos,
creyéndose ya dispuestos
para evacuar mil consultas
sobre mil temas diversos,
e incluso para llevar
y ganar todos los pleitos,
sin saber, los muy cuitados,
lo muy difícil que es eso,
pues la Ley es mar sin fondo
donde se naufraga presto,
y aunque se sepa nadar
el agua te llega al cuello.

Son precisas pasantías
o el formarse en algún Centro,
o ser un superdotado...,
(que dicen que puede haberlos).

Las ponencias discutidas
felizmente discurrieron,

mas al votarse si era
necesario o de provecho
el examen del pasante
al final del «pasanteo»,
por un problema de votos
en que algunos se volvieron
atrás de lo que pensaron
y a su Decano dijeron,
la ponencia se fue a pique
en este punto concreto.

(Y pido perdón a todos
los que se sientan molestos,
pues con «ánimus iocandi»
estos ripios fueron hechos,
sin pretender otra cosa
que ser entretenimiento.)


- IV -

En León recientemente
tuvimos el Cuarto encuentro,
en el espléndido marco
de un antiguo Monasterio
que es una auténtica joya
de otros siglos y otros tiempos,
cuando los frailes vivían
mejor que Dios en los cielos.

(En vez de ser Abogado,
yo me cambiara por ellos,
y cambiara mi pisito
por los amplios aposentos
donde ocupaban sus ocios
entre estudios y entre rezos,
con la mesa guarnecida
y siempre dispuesto el lecho,
diz que olvidados del mundo...,
pues el cielo tenían dentro.)

En León, como decimos
y volvamos a lo nuestro,
se trató del Abogado,
su compromiso y su puesto
en la Sociedad, y cómo
ante los demás debemos
comportarnos para ser
acreedores del respeto
que estimamos que nos deben
los demás: Estado y Pueblo.

Todo marchó sobre ruedas
y la Jornada fue un éxito
del que se puede sentir
orgulloso ese Colegio.

(No podía fracasar
en un "Marcos" tan excelso...)

- V -

Hoy estamos en Palencia,
tratando, en el Quinto encuentro,
los problemas derivados
de ese mal funcionamiento
que la Justicia española
arrastra desde muy lejos,
y que motiva que alguno,
-a un Alcalde me refiero,
jerezano por más señas-,
la tache de «cachondeo»
cuando debiera de ser
de este mundo lo más serio,
pues administrar Justicia
es tal vez lo más excelso
que puedan hacer los hombres
bajo la capa del cielo.

Poco puedo comentar,
Daniel Ibañez Espeso,
de esta ponencia, pues antes
de celebrarla están hechos
estos ripios que escucháis,
hasta ahora tan atentos,
y que de alargarme más
muy mucho me voy temiendo
que os canséis y cuerdamente
me gritéis un «vete al cuerno»,
sin que yo pueda ofenderme
pues tal vez me lo merezco.

Así pues, amigos míos,
en este mismo momento
corto el latoso discurso
con el que os estoy ... moliendo,
y os presento mis excusas
por mi abuso deshonesto,
al tiempo que os digo a todos
que me gustaría veros
en Burgos, donde tendrá
lugar nuestro Sexto encuentro.


José María Hercilla Trilla
Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Ávila
Palencia, 23 Julio 1988

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