YA SABEIS, MIS HERMANOS,... (183)
Ya sabéis, mis Hermanos, de mis dudas;
de esta amarga congoja que me asalta
cual perro callejero en la alta noche
y clava sus colmillos en mi alma.
Quiero saber y descifrar el hondo
misterio de esta vida que se acaba
y tengo que gritar que no he podido
vislumbrar, -ni de lejos-, la soñada
claridad que ilumine mi camino
y cambie su negrura en esperanza;
y sigo sin saber por qué he nacido,
ni aquello que a mi muerte se me guarda.
Soy una duda inmensa que camina
en busca de la Fe, que se me escapa,
y temo terminar este camino
sin saber dónde empieza ni se acaba.
Mas a pesar de todo, cuando llegue
la hora de acabarme y en la nada
hundirme, cual se hunde en la mar
procelosa la nave que naufraga,
de mi boca, reseca por la fiebre,
surgirán, sin dudarlo, estas palabras:
""Perdóname, Señor, todas mis dudas
y acógeme benigno en la morada
que a todos Vuestro Hijo prometiera
al hacernos el don de Su Palabra.
Perdóname, Señor, esta flaqueza,
esta duda en mí crucificada,
e ilumina mi ocaso dolorido
con los rayos de luz de Tú mañana,
y al cerrar estos ojos a la vida,
déjame contemplarte, cara a cara.""
José María Hercilla Trilla
Ávila, 17 Diciembre 1987
(De mi Libro: "Fides")
sábado, 30 de agosto de 2008
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