281/282 - VOLVER, NO MÁS

VOLVER NO MAS (281 y 282)


-I-

Volver no más, amor, eso quisiera,
a verme reflejado en tu mirada
y de nuevo gozar la primavera
que hace años me fuera arrebatada.

Los años que me restan, bien los diera
a cambio de una hora enamorada,
en la que el corazón se me rompiera,
cual se rompe madura una granada,

y pudiera, en fuego de artificio,
derramar desde el cielo mi alegría
lo mismo que lo hiciera el primer día,

cuando libre del torpe maleficio
del tiempo me encontraba, y con verte
del mundo me reía..., y de la muerte.



-II-


Volver no más, amor, a Ti quisiera,
a verme reflejado en tu mirada
y gozar otra vez la primavera
que hace años me fuera arrebatada.

Los años que me restan, bien los diera
a cambio de una hora enamorada,
en la que el corazón se me rompiera,
cual se rompe madura una granada,

y estallando cual fuego de artificio,
lloviera desde el cielo mi alegría,
lo mismo que lo hiciera el primer día,

cuando libre del torpe maleficio
del tiempo me encontraba, y con verte
del mundo me reía..., y de la muerte.


José María Hercilla Trilla
Barco de Avila, 25 Agosto 1993

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

233 - CANTARÍA LA ROSA....

CANTARIA LA ROSA... (233)

Cantaría la Rosa
si la rosa tuviera
necesidad del canto
de un humilde poeta
para que se apreciara
el encanto y belleza,
el fragante perfume
de esta flor, que condensa
cuanto de más hermoso
y puro hay en la tierra.

Pero no es ese el caso;
la rosa es tan perfecta,
el Creador la hizo
tan así, tan bien hecha,
que no son necesarios
los cantos del poeta
para ser, sin disputa,
elegida por reina,
entre las flores todas,
por su aroma y belleza.

Un poeta no basta,
ni un millón de poetas,
para cantar la rosa
y decir su belleza.


José María Hercilla Trilla
Barco de Avila, 22 Agosto 1991

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

217 - SUMADO TU SILENCIO ...

SUMADO TU SILENCIO... (217)



Sumado tu silencio a mi silencio,
es, sin duda, Señor, mucho silencio.

Días hay que ese muro de silencio
me abruma y desconsuela. Me silencio
como un muerto, hundido en un silencio
del que escapar no puedo, y en silencio
voy llorando callado mi silencio,
sin más eco, Señor, que su silencio...

La barca de mi vida en el silencio
zozobra y se anonada en el silencio
de esta mar sin orillas del silencio,
y al ver como me hundo en el silencio,
con voz arrebatada de silencio,
te grito que te quiero en mi silencio,
que te adoro a pesar de mi silencio,
que me muero de amor por tu silencio...


¡Qué pena que no entiendas mi silencio!


José María Hercilla Trilla
Avila, 15 Enero 1990

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

209 - TODO EL TIEMPO

TODO EL TIEMPO (209)

Todo el tiempo del mundo
tenerle por delante,
como un recién nacido
a quien la vida abre
una cuenta corriente,
que no es inagotable,
pero que el niño ignora
que un día ha de acabarse.

Todo el tiempo del mundo
tenerle por delante,
como si el tiempo fuera
un río susurrante
de caudal infinito,
o un tesoro tan grande
que no ha de consumirse
por mucho que lo gastes.

Todo el tiempo del mundo
tenerle por delante,
no por simple capricho
o por temer, cobarde,
la muerte que un mal día
llegará inexorable.

¡Yo quiero todo el tiempo,
tan sólo para amarte!


José María Hercilla Trilla
Avila, 16 Junio 1989

De mi Libro: "Ensoñaciones"

203 - COPLILLAS

COPLILLAS (203)


Con mi novia he reñido
porque quería
que a mi suegra llamase
yo madre mía.

No debe confundirse
madre con suegra,
que madre sólo hay una
sobre la tierra.

No te enfades, niña,
ni me rehuyas,
que mi madre es mi madre,
no es madre tuya.

Y aunque mucho te enfades,
por ahí no paso,
y si en eso te empeñas,
pues... no me caso.

Y puedo asegurarte
que bien lo siento;
ya sabes, mi tesoro,
cuanto te quiero.

Quedemos cada uno
con lo que es nuestro:
Tú, con tu santa madre
y con mi suegro;

yo, con mi madre santa,
que sólo es mía,
y vamos a dejarnos
de tonterías,

que Madre sólo hay una
sobre la tierra
y no puede cambiarse
por una suegra.


José María Hercilla Trilla
Avila, 6 Febrero 1989

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

200 - LAS DOS ROSAS

LAS DOS ROSAS (200)


Las dos rosas nacieron
en el mismo rosal...

La primera, su aroma
y color fue a dejar
en el pecho arrogante
de una dama sin par.

La segunda, no tuvo
tan hermoso final
y acabó como adorno
de una mesa oficial,
en gratuito banquete
de abundante champán,
donde todos buscaban
la forma de medrar
y subirse en el carro
del partido triunfal.

¡Cómo cambia el destino,
la suerte o el azar,
el final de dos rosas,
que pudo ser igual
y fue tan diferente
que ya no cabe más,
pues acabó la una
en tan bello lugar,
-el pecho de una dama
espléndida y sin par-,
en tanto que la otra
con su aroma fue a dar
en medio de una cena
político-oficial,
donde el olor a sucio
no logró mitigar!

(Y pensar que nacieron
en el mismo rosal...)


José María Hercilla Trilla
Avila, 1º Diciembre 1988

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

192 - LA SIESTA

LA SIESTA (192)


El mejor invento
de la Humanidad
es dormir la siesta
después de almorzar.

Sólo media hora,
tres cuartos lo más,
es lo suficiente
para despertar
con la mente clara,
con el alma en paz,
y -hasta algunas veces-
con necesidad
de ocuparse en algo,
para así llenar
la tarde que avanza
hacia su final.

Una dulce siesta....

¡¡Qué felicidad...!!

Cuando yo me muera,
quisiera pensar
que duermo una siesta
que no ha de acabar
hasta el fin del mundo...,
o tal vez jamás.

José María Hercilla Trilla
Almuñecar, 24 Junio 1988

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

178 - SON TUS OJOS...

SON TUS OJOS... (178)


Son tus ojos dos pozos
y hasta ellos me acerco
para beber sus aguas,
con ansias de sediento.

En tus ojos, brillantes
y oscuros, mi deseo
se estrella, y crucifica
su fulgor con mis besos.

En tus ojos profundos
naufrago y me mareo,
como un novel marino,
cuando me asomo a ellos.

Tempestades me nacen
en lo hondo del pecho
cada vez que en tus ojos
escondido me veo.

Me hundo en tu mirada,
buscando en el misterio
abismal de tus ojos,
desvelar tu secreto,

y en tus hondas pupilas
sumergido, buceo
buscando claridades
y resplandor de cielos.

¡En tus ojos, que son
mi más preciado espejo,
quisiera, cuando falte,
vivir después de muerto!

José María Hercilla Trilla
Avila, 6 Agosto 1987

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

170 - Y TE QUIERO TANTO...

Y TE QUIERO TANTO... (170)


Dormido y despierto,
navegando el mar,
cruzando la tierra
e incluso al volar,
perseguí afanoso
la oculta Verdad
que esquiva se aleja
al irla a tocar.

Toda mi existencia
ha sido buscar
la llave maestra
con que desvelar
el denso misterio
de aquel «más allá»,
que nace al principio
de nuestro final.

Y en toda mi vida
no he sido capaz
de avanzar ni un paso
en la oscuridad,
pues ciega mis ojos
un negro cendal,
velando el secreto
que busco alcanzar.

Cuando ya estoy cerca
del mutis final,
sigo como siempre,
sin poder hallar
respuesta adecuada
que tranquilidad
conceda a este eterno
y odioso dudar.

¡Y te quiero tanto,
que quisiera estar
seguro de hallarte,
-tal como hoy estás-,
en cualquier esfera
de la Eternidad
y amarte de nuevo
al resucitar!


José María Hercilla Trilla
Barco de Avila, 6 Junio 1987

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

141 - DENTADURA POSTIZA

DENTADURA POSTIZA (141)

(Que aparecía en el suelo, caída junto
a unos cubos de basura, en el Patio de
Banderas, de los Alcázares Sevillanos,
en la mañana del uno de Junio de 1986)

De pasta sonrosada y blancos dientes,
estabas en el suelo, abandonada,
ajena al puntapié y a la patada
de curiosos turistas y otras gentes

que a tu lado pasaban, sonrientes
con tu brusca visión inesperada.
¿Qué boca lloraría, desdentada?
¿Qué manos te perdieron, imprudentes?

O, tal vez, en reciente sepultura,
desprovisto de aquella dentadura
que debieron dejarle una vez muerto,

yacería un difunto desdentado,
reprochando en silencio el desacierto
de haberle sin sus dientes enterrado.


José María Hercilla Trilla
Avila, 6 Junio 1986

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

128 - ENVIDIA

ENVIDIA (128)

Mala cosa la envidia, compañero.
De todos los pecados capitales
no hay ninguno que cause tantos males
y sea más común al mundo entero.

Envidia por igual el pordiosero
que el rico que derrocha sus caudales,
pues la envidia a todos hace iguales
y mide por igual con su rasero.

Envidia el resabido al ignorante;
envidia el ignorante al que más sabe;
envidia el de detrás al de delante;

envidia el que no coge a aquél que cabe;
y todos, envidiosos o envidiados,
vivimos por la envidia atormentados.


José María Hercilla Trilla
Avila, 31 Enero 1986

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

123 - LECCIONES DE HISTORIA

LECCIONES DE HISTORIA (123)

Estudias con fruición la vieja Historia,
buscando comprender los tiempos idos,
y compruebas que aquellos sucedidos
que tratas de grabar en la memoria,

mezcla son de miserias y de gloria,
de sueños de poder descomedidos
y de dura opresión a los vencidos
por parte del que alcanza la victoria.

Lo malo es que la Historia se repita
y veas que la nuestra, torpe, imita
las burradas del tiempo precedente,

sus guerras, sus horrores y bambollas,
y obliga a concluir forzosamente
que el hombre ha sido siempre un gilipollas.


José María Hercilla Trilla
Avila, 30 Agosto 1985

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

113 - MUCHO MÁS QUE PASIÓN

MUCHO MAS QUE PASION (113)

Mucho más que pasión es lo que siento;
mi amor es tan violento y tan profundo
que me atrevo a decir que en este mundo
no hay amor que se iguale al que te cuento.

Pasión apasionada y sentimiento
de sentir un amor pleno y rotundo,
amor apasionado que en jocundo
bienestar se traduce y en contento.

Amor como este amor que a mi me llena
y en mi canto de amor recio resuena,
llenando con mi voz el universo

para asombro de todos los humanos,
no cabe en la medida de mi verso,
ni cabe en la medida de mis manos.

José María Hercilla Trilla
Avila, 26 Diciembre 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

112 - IMPLORANDO TU AMOR

IMPLORANDO TU AMOR (112)

Implorando tu amor paso mi vida
y por mucho que imploro, no consigo
excavar un refugio, para abrigo
de mi amor, en tu alma endurecida.

Cómo me duele el alma, enfebrecida
de este amor que es mi gloria y mi castigo...
Me obstino en alcanzarte y te persigo
sabiendo que te tengo ya perdida.

Es inútil que intente rebelarme;
como una mariposa he de quemarme
en la llama sin fin de tus desdenes;

tu esclavo habré de ser, y lo que ordenes
gustoso cumpliré, sólo por verte
y adorarte en silencio hasta la muerte.


José María Hercilla Trilla
Avila, 24 Diciembre 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

110 - ESTIERCOL Y FOSFATOS

ESTIERCOL Y FOSFATOS (110)

Estiercol y un puñado de fosfato
de cal, seremos todos un mal día.
Nuestras vidas, -las vuestras y la mía-,
son apenas un breve y fugaz rato,

una efímera chispa, un arrebato,
un sueño que se sueña en agonía,
una mezcla de penas y alegría,
¡la huella que se borra, de un zapato...!

Triste fin para esa gente importante
que del suelo se encuentra tan distante,
subida en su poltrona y su dinero,

alejada de los demás mortales,
acabar en el mismo estercolero
y en fosfatos tricálcicos iguales.


José María Hercilla Trilla
Avila, 18 Noviembre 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

106 - AMOR Y SOLO AMOR ...

AMOR Y SOLO AMOR... (106)

Amor y solo amor llena mi vida,
y vivir por amor sólo pretendo,
pues vivir sin amor yo bien entiendo
que es vivir una vida amortecida.

Amar sin tasa alguna, ni medida,
y mi vida vivir engrandeciendo
este sublime amor, e irlo vertiendo
vibrante, como sangre de una herida.

Como llama de amor, arder quisiera,
consumido de amor en dulce hoguera
que irradiara su luz al mundo entero,

y poderte gritar en mi agonía,
de amor estremecido: ¡Yo te quiero
y en Ti cifro el amor, amada mía!

José María Hercilla Trilla
Avila, 7 Octubre 1984

(De mi libro: "Ensoñaciones")

104 - UN NUDO ME ATENAZA

UN NUDO ME ATENAZA (104)

Un nudo me atenaza la garganta
y la voz se me quiebra y enmudece
con tu sola presencia, que me empece
decirte de mi amor la fuerza tanta.

Si analizo mi amor, ello me espanta,
tan grande es este amor, que empequeñece
todo amor que germina, nace y crece,
y no iguala este amor que a mi me encanta.

¿Qué haré para saltar esta barrera
de silencio, que ataja mi carrera
y me impide decirte lo que siento?

¿Qué haré para decirte mi cariño,
si cada vez que confesarlo intento,
se me traba la lengua como a un niño?


José María Hercilla Trilla
Avila, 26 Agosto 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

103 - QUISIERA RESUMIR

QUISIERA RESUMIR (103)

Quisiera resumir tan sólo en una
las palabras de amor que tú me inspiras
y acuden a la mente si me miras,
labrando con tus ojos mi fortuna.

En mi pecho el amor mece y acuna
las notas acordadas de mil liras,
que se quiebran, mi amor, cuando suspiras
al decirte mi amor bajo la luna.

Las palabras se agolpan en mi boca,
pugnando por brotar en una loca
letanía de amor que me avasalla.

Mas no puedo decirte cuanto siento...
La lengua se me traba y la voz calla,
incapaz de expresar mi sentimiento.


José María Hercilla Trilla
Avila, 10 Agosto 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

102 - DE TU AMOR Y MI AMOR (II)

DE TU AMOR Y MI AMOR (102)

(II)
De tu amor y mi amor soy prisionero
y en ese fuego vivo me consumo,
pues llama es nuestro amor, fuego sin humo,
que el pecho reconforta placentero.

Por tu amor en mi amor me doy entero,
y de entregarme entero no presumo,
pues mi vida en amarte la resumo
y a vivir sin tu amor, muerte prefiero.

Yo no sé si hay amor más vehemente
que este amor delirante que yo siento.
El corazón se me anega de ternura

y me impulsa a quererte ciegamente,
trascendido de amor y sentimiento,
a dos pasos no más de la locura.


José María Hercilla Trilla
Avila, 25 Julio 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

102 - DE TU AMOR Y MI AMOR (i)

DE TU AMOR Y MI AMOR (102)

(I)
De tu amor y mi amor soy prisionero
y en aras de ese amor yo me consumo,
pues llama es nuestro amor, fuego sin humo,
que el corazón conforta placentero.

Por tu amor en mi amor me doy entero,
y de entregarme entero no presumo,
pues mi vida en tu vida la resumo
y si no vivo en ti, no vivo, muero.

De mi amor y tu amor soy fiel esclavo
y de esa esclavitud me enorgullezco,
pues mi orgullo es amarte noche y día.

De la cruz de tu amor no me desclavo,
pues prendido en tu cruz me gozo y crezco,
creciendo mi pasión con mi agonía.


José María Hercilla Trilla
Avila, 25 Julio 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

101 - EL TRABAJO

EL TRABAJO (101)


Lo triste, no es trabajar;
es trabajar a disgusto,
porque trabajar a gusto
más que trabajo es cantar.

Y aún trabajando a destajo
y sin sacar gran provecho,
te sentirás satisfecho
al no pesarte el trabajo.

Con el sudor de la frente
te ganarás el sustento,
mas si trabajas contento
el trabajo no se siente.

No es maldición el trabajo;
lo maldito es trabajar
no gustándote el lugar
en el que tienes el tajo,

o si aquello que se hace,
por razón del compañero
o del jefe puñetero,
ni te gusta ni te place.

Entonces si que es suplicio
el tener que trabajar;
a fuerza de renegar
puedes perder hasta el juicio

o reventar de un infarto,
pues trabajo en tal ambiente
si que es sudor de la frente
y duele más que un mal parto.

No me meto en más honduras
y pongo punto final.

¡Que usted no trabaje mal,
y basta de florituras!

Ya sabe lo que le digo:
Trabaje, pero a su gusto.
Es lo normal y es lo justo,
se lo dice un buen amigo.

Dichoso el hombre que alcanza
trabajo tan atrayente,
que trabaja diligente,
sin pedir a Dios venganza,

y al elevar su oración,
ruega por el mundo entero,
sin dejar en el tintero
a su jefe o su patrón.

Que no es triste trabajar...;
es triste hacerlo a disgusto,
porque trabajar a gusto,
más que trabajo, ¡es cantar!.

José María Hercilla Trilla
Avila, 18 Julio 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

98 - GENTE SOBERBIA

GENTE SOBERBIA (098)

Gente hay con la lengua viperina
que gusta de juzgar al mundo entero
y presume de ciencia y de dinero,
presunción infantil y pueblerina.

Es gente que, si bien se la examina,
descubre torpemente su plumero
y a fuerza de querer ser el primero,
resulta ser más bajo si se empina.

Pobre gente, que, hueca y presumida,
camina por la tierra, convencida
de su mucho saber y su importancia.

¡Dios quiera conservarles su locura
y que puedan seguir con su arrogancia
más allá de su misma sepultura!


José María Hercilla Trilla
Avila, 5 Julio 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")