sábado, 31 de enero de 2009

95 - MI AMOR SE MULTIPLICA

MI AMOR SE MULTIPLICA (095)

Mi amor se multiplica y se serena
y naufraga en el lago de tus ojos,
mientras beso feliz los labios rojos
de tu boca que sabe a hierbabuena.

Amarte ardientemente, y de la pena
notar los lazos cada vez más flojos,
dejándome llevar por los antojos
de este amor que me colma y que me llena.

Amarte locamente, y olvidarme
del mundo, sin dárseme un adarme
de todo aquello que tu amor no sea.

No creas que desbarro ni exagero.
Así es, mi vida, como yo te quiero,
como mi alma, mi vida, te desea...


José María Hercilla Trilla
Almuñecar, Junio 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

viernes, 30 de enero de 2009

94 - DEBAJO DE TU PIEL

DEBAJO DE TU PIEL (094)

Debajo de tu piel siento tus venas
corriendo serpentinas y gozosas,
llevando las esencias misteriosas
de tus horas de amor y de tus penas;

una tupida red de mil cadenas
que te cercan la carne, temblorosas,
tiñendo suavemente con los rosas
tus pechos, elevados como almenas.

Sangre quisiera ser, que en el torrente
que corre por tus venas sordamente,
pudiera recorrerte y darte vida,

e inmerso en tu vibrante anatomía,
parte ser de tu carne estremecida
y en ti misma vivir, amada mía.

José María Hercilla Trilla
Almuñecar, Junio 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

jueves, 29 de enero de 2009

93 - CUAL TIGRE DE BENGALA

CUAL TIGRE DE BENGALA (093)

Cual tigre de Bengala que, encelado,
al cielo ruge su pasión salvaje,
sin temor a otra fiera que le ataje
el grito de su pecho arrebatado,

así grito mi amor atormentado,
sublimando en mi canto mi mensaje,
ebrio de loco amor y de coraje,
en tus brazos mecido y arrullado.

Que nadie se interponga en mi camino,
ni turbe nuestro amor con su presencia,
que a solas quiero estar junto a mi amada

viviendo locamente mi destino,
ajeno a toda luz y a toda ciencia,
naufragando en su boca enamorada...


José María Hercilla Trilla
Almuñecar, Junio 1984

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

miércoles, 28 de enero de 2009

88 - HE VUELTO, UNA VEZ MÁS ...

HE VUELTO UNA VEZ MAS (88)

He vuelto, una vez más,
sumido en dulce sueño,
a revivir los días
felices de otros tiempos,
aquellas gratas horas
que ya quedan tan lejos.

Y he soñado dormido
que tornaba, despierto,
a tenerte a mi lado,
y he sentido de nuevo
el calor de tus manos
dormidas en el hueco
de mis manos cerradas;
y el olor de tu pelo
ondulado y flotante
al embate del viento;
me he mirado en el fondo
de tus ojos tan negros,
y he sentido en mi carne
terrenal el anhelo
de tu carne morena
y el sabor de tus besos.

¡¡Por cuanto nos quisimos
y porque Dios es bueno,
he soñado, mi amada,
tu imposible regreso!!


José María Hercilla Trilla
Barco de Avila, 31 Diciembre 1983

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

martes, 27 de enero de 2009

85 - SABRA Y CHATILA

SABRA Y CHATILA (85)

"Más de mil palestinos, -hombres, mujeres
y niños-, fueron masacrados en tres días y
noches de terror en los campamentos de
Sabra y Chatila". (ABC, 16-17-18 de Sep-
tiembre de 1982)




Si con cerrar los ojos yo pudiere
no ver y no sentir, a un mismo tiempo...!

Si con cerrar los ojos se borrare
como se borra al despertar un sueño...;
si con sólo cerrarlos consiguiere
olvidar todo un mundo que no puedo,
mundo del que obligado formo parte
y, triste es confesarlo, me avergüenzo,
a Dios le imploraría suplicante
que me volviere ciego.


José María Hercilla Trilla
Barco de Avila, 26 Septiembre 1982

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

(Noticia de EL MUNDO: 14-04-1998
""El cementerio de los mártires de Sabra y Chatila,
los 1.500 palestinos asesinados durante la invasión
israelí de Beirut, se ha convertido en un basurero"".)

lunes, 26 de enero de 2009

78 - EL NIÑO DEL TIRADOR

EL NIÑO DEL TIRADOR (78)


Aquel niño gordo,
con su tirador
de tensadas gomas
y horquilla de boj,
mataba gorriones
con un tino atroz.

Aquel niño fofo,
obeso y tripón,
se enorgullecía
de ser cazador
de las avecillas
de Nuestro Señor.

Desde la plazuela
bañada de sol,
entre las acacias
cuajadas de flor,
el pequeño monstruo,
a todo gorrión
que osaba acercarse
a su alrededor,
mataba o hería
con gesto feroz.

Aquel niño gordo,
seboso y culón,
era todo vientre,
nada corazón,
y donde apuntaba
con ojo avizor,
sembraba la muerte
entre el volador
mundo de las aves
de Nuestro Señor.

Con las alas rotas
por un perdigón,
caído en el suelo,
un pobre gorrión
piaba a los aires
su acerbo dolor,
mientras el malvado
niño gordinflón
se regocijaba
por la precisión
del terrible tiro
con que lo abatió.

¡Que Dios te perdone,
niño cazador,
pequeño asesino,
gordo y barrigón,
pues de perdonarte
no soy capaz yo,
ya que cada china
de tu tirador
me causa una herida
en el corazón!


José María Hercilla Trilla
Barco de Avila, 27 Agosto 1981

(De mi Libro: "Ensoñaciones")

sábado, 24 de enero de 2009

70 - TU SILENCIO

TU SILENCIO (70)

Tu silencio y el mío...
¡qué insensatos silencios...!

Nuestros labios ansiaban,
temblando, dar un beso
de perdón amoroso,
y aquel orgullo nuestro
ataba nuestra lengua,
crispaba nuestro gesto,
nublaba las miradas
y fruncía los ceños.

Y el motivo de todo,
-Santo Dios de los Cielos-,
era siempre lo mismo,
algo nimio y pequeño,
que allí donde no existen
problemas verdaderos,
somos tan botarates,
tan tontos y tan necios,
que de un grano de arena
cruzado en el sendero,
construimos un monte
que bifurque los nuestros.

¡Cuantas horas callados,
rumiando en el silencio
el dolor y la pena
de ignorarnos y vernos!
¡Cuantas horas pensando...!
¡Cuantas horas sufriendo,
esperando que el otro
diera el paso primero
y su palabra fuera
la excusa y el pretexto
al que poder asirnos
para romper el hielo
que aislaba nuestras vidas,
cual muro de cemento...!

Tu silencio y el mío...,
¡que insensatos silencios...!

¡Cuantas horas de dicha
y de amor se nos fueron
calladamente, como
vilanos en el viento,
sin poder retenerlas,
ni vivirlas de nuevo!

Si Tú eres, mi vida,
lo que en verdad más quiero,
y si también me amas
con apasionamiento,
¿a santo de qué vienen
esos fruncidos ceños,
y estos largos, absurdos,
e insensatos silencios?

Si la palabra es vida,
y amor, y sentimiento,
¿porqué buscar la muerte
con tan torpe silencio?


José María Hercilla Trilla
Avila, 26 Enero 1979

(De mi Libro: "Ensoñaciones (1979-1997)"

viernes, 23 de enero de 2009

499 - CALDERONIANA

CALDERONIANA (499) (*)


En sueños estoy soñando
que la vida toda es sueño,
sueño que sueñas dormido
o puedes soñar despierto,
multicolor unas veces,
otras veces blanquinegro;
que puedes soñarlo a solas
o soñarlo compartiendo
con otros lo que tú sueñas
sin saber que todo es sueño,
sin saber si lo soñado
es real o es un recuerdo
de otros sueños anteriores
sepultados en el tiempo.

Un sueño en el que aparecen
personajes muy diversos,
que caminan a tu lado
y te acompañan un trecho,
y después, en cualquier día,
de improviso y a destiempo,
desparecen para siempre,
dejando en tu alma un hueco,
hueco que sólo se llena
cultivando su recuerdo.

Ahora mismo, cuando escribo,
lo mismo que cuando pienso
esto que medito ahora,
si busco serme sincero
y decir la verdad toda,
no sé si en este momento
estoy vivo y coleando,
o soy el fruto de un sueño,
de una noche de verano,
de un soñador sin remedio
que sueña sueños de vida
sin saber que ya está muerto.

A Dios le pido que un día
me desvele este misterio
y me diga si mi vida
fue real o sólo un sueño.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 12 Enero 2006

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

jueves, 22 de enero de 2009

497 - LAS DUDAS

LAS DUDAS (497) (*)



No me es fácil librarme de las dudas
que me asaltan, molestas, a destiempo.

La duda es una tierra pantanosa,
donde pisas y hundes blandamente,
sin lograr encontrar un suelo firme
en que apoyar los pies y las creencias.

Bien está que dudemos algún tanto,
incluso hasta del prójimo que amamos,
aunque esto no sea lo corriente,
mas lo que no podemos, por sistema,
es dudar de la noche a la mañana,
hasta hacernos –las dudas- imposible
que vivamos en paz y en paz muramos.

Aquello que no logro dejar fuera
del campo de mis dudas invencibles
es la turbia conducta de los hombres
que se llaman políticos, y a veces
no pasan de ser sólo oportunistas,
más atentos a sus gajes y prebendas
(que luchan por hacerlas vitalicias),
que a cuidar los ajenos intereses
que el pueblo, con sus votos, les confía.

Yo quisiera, Señor, que me librases
de las dudas que siento al contemplarles
y ver que se comportan como niños
ignorantes, amén de ineducados.

Tan torpe es su conducta que me inquieta,
haciéndome augurar calamidades
que me tienen en vilo y temeroso.
¡Dios quiera que sea yo quien se equivoque
y mis dudas resulten infundadas!


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 14 Diciembre 2005

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

miércoles, 21 de enero de 2009

496 - DESPRENDIMIENTO

DESPRENDIMIENTO (496)


La vida es un continuo desprenderse
de cuanto recogiste en el camino,
creyendo que ya nunca te podrían
privar de su presencia y su disfrute.

Pero un día cualquiera te apercibes
de que tu propiedad es transitoria,
que no pasa de ser un usufructo
temporal y fugaz, como tu vida,
y que habrás de dejar todos tus bienes,
sin poderlos llevar, mal que te pese,
a ese sitio ignorado hacia el que partes.

La madurez se alcanza al darte cuenta
de que todo lo tienes en precario,
que nada te fue dado para siempre,
que desnudo –lo mismo que naciste-
te tendrás que marchar, sin llevar nada
de aquello que creías que era tuyo,
a cambio de lo cual diste tu vida,
y algunos hasta dieron su buen nombre,
sin temor al baldón y la ignominia.

No esperes la llegada del momento
postrero para darles a los tuyos
todo cuanto no creas necesario
para seguir viviendo independiente
y estimes que podrá serles de ayuda
en los años cruciales que atraviesan,
esos años que para ti se han ido
sin sentirlos, como se va la vida.


Asombra el torpe empeño de los hombres
persiguiendo el poder y la riqueza,
sin temor a pagar, por conseguirlos,
con aquello que vale más que el oro:
Con su limpio apellido y su buen nombre,
ese nombre con el que nos conocen,
nos respetan y estiman los amigos,
ese nombre que un día recibimos
y debes entregar, cuando te marches,
tan limpio como a ti te lo entregaron.

La vida sólo vale para darla,
para darla con todo lo que tienes,
poco o mucho, la suma es lo de menos;
lo que en verdad importa es que a tu herencia
la acompañe -en forma indisoluble-
esa fama de hombre insobornable,
soñador, igualmente, de verdades,
y también defensor de la justicia,
que tuviste por meta en tu camino.

Es la mejor herencia: La que dejo
a mis hijos y nietos al marcharme.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 9 Diciembre 2.005

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

martes, 20 de enero de 2009

494 - ME NIEGO A CLAUDICAR

ME NIEGO A CLAUDICAR (494) (*)

Eres un valiente y te mereces
vivir hasta los 120 años. LOLA
(Lola es mi sobrina más querida)

No quiero claudicar ni doblegarme.
Presiento que el final no está muy lejos;
los años son crueles, no perdonan
y exigen el tributo de la vida;
cada uno a su tiempo, pero todos
llevados a la fuerza hasta la muerte,
como al mar van los ríos conducidos,
la mar, que es el morir, Jorge Manrique.

No es temor, os lo juro, amigos míos;
la muerte es una siesta prolongada,
sin sueños turbadores que la agiten,
ni relojes que suenen a destiempo
reclamando presencias imposibles.

La muerte es el no ser, anonadarse,
para un día flotar, ligero polvo,
quiera Dios que cual polvo enamorado,
bailando entre los rayos luminosos
y brillantes de un sol de primavera.

No quiero claudicar. Son tantas cosas
las que tengo que hacer, que no quisiera
marcharme todavía, cuando siento
que el alma tengo joven, aunque el cuerpo
me cruja como un mueble carcomido,
con las patas tal vez desencoladas,
a punto de quebrarse para siempre.

Traedme mi bastón. Con él me basta
para seguir andando paso a paso
y llegar puntual a cualquier sitio
donde encuentre acomodo y se me brinde
benévola acogida y un asiento
bajo el sol o al costado de un buen fuego,
oyendo a mi familia y mis amigos
hablar alegres de las nimias cosas
-todo es nimio en la vida, os lo aseguro-
que, sumadas a otras, son la historia,
una historia pequeña, pero nuestra.

No quiero claudicar, no. Por lo menos,
hasta haber coronado ciento veinte,
como así me desea mi sobrina
Lola Mena, a la que Dios bendiga.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 21 Noviembre 2.005

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

lunes, 19 de enero de 2009

490 - LA META VISLUMBRADA

LA META VISLUMBRADA (490) (*)


La meta se vislumbra –no te rías, amigo,
que el final siempre llega-.

No pienses que por joven, por encontrarte sano,
no llegarás a ella
y vivirás mil años, en una interminable
y alegre primavera.

Un día, cualquier día, solo Dios sabe cuando,
-tal vez sin darte cuenta
de que los años pasan veloces, presurosos,
que más que pasar, vuelan-,
un buen día amaneces, te miras al espejo
y ves con extrañeza
que el que miras enfrente, igualmente te mira,
frunce el ceño y las cejas
enarca con asombro, como sin conocerte,
cual si de pronto fueras
un ser desconocido, un insólito intruso,
surgido entre la niebla.

Eres tú, el que, asombrado, reparas en la cara
que el azogue refleja,
aquél que frunce el ceño y las cejas enarca,
el que ve con sorpresa
cómo te has vuelto viejo, cómo se han arrugado
esas mejillas tersas,
que, cuando te afeitabas, rozaba la cuchilla
sin arrugas molestas.

Una vez que descubres que la vida es finita,
que se acaba y se aleja,
descubres igualmente que el camino termina
y a la meta te acercas.

No te rías, amigo; no son cosas de viejo;
son verdades eternas,
quizá desagradables, pero -a fuerza de tiempo-
te acostumbras a ellas,
y con ellas convives, y de la vida gozas,
como si no existieran.

¡En realidad, la Muerte, solo se lleva al muerto
y a los demás los deja!


José María Hercilla Trilla
Barco de Avila, 12 Julio 2.005

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

sábado, 17 de enero de 2009

488 - LA VIDA

LA VIDA (488)

La vida no es más que eso:
Un ir creciendo deprisa,
un ir subiendo montañas,
un ir salvando colinas.

Y el día menos pensado,
sin coronar aún la cima,
la vida te da un bandazo
y al suelo te precipita.

Cuando quieres enterarte
del por qué de la caída,
con cuatro velas en torno
con las mechas encendidas

te encuentras encajonado,
con las piernas extendidas,
metidito en una caja,
lo mismo que una sardina.

¿Filosofía barata?
Tal vez ni filosofía.
Por eso yo te aconsejo:
Dale al cuerpo lo que pida.

Los años se me han pasado
tan veloces, tan deprisa,
que no sé si la he vivido
o si he soñado mi vida .

José María Hercilla Trilla
Salamanca, 7 Julio 2.005

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

viernes, 16 de enero de 2009

486 - EL EXAMEN FINAL

EL EXAMEN FINAL (486)


Cuando el Señor me examine
¿de qué me examinará?
¿De todo lo que no hice?
¿Lo que hice e hice mal?
¿De mis torpes egoísmos,
de mi poca caridad?
¿De todos sus Mandamientos,
uno a uno, o sin guardar
un orden establecido,
como eligiendo al azar?

Cualquiera sabe el sistema
usado en su Tribunal
para juzgar a los hombres
en ese juicio final.

Si no abre un poco la mano
para dejarnos pasar,
me parece que muy pocos
son los que van a aprobar.

De políticos, ninguno,
eso descontado está;
de Abogados... pues lo mismo;
banqueros... mejor no hablar....

¿Para qué seguir la lista?,
si, unos menos y otros más,
somos todos parecidos,
gente de poco fiar.

Cómo este mundo no cambie
(y no lo veo cambiar)
vamos todos al infierno
de cabeza. Menos mal,
como un bromista decía,
que es donde mejor se está.

No lo sé, no estuve nunca,
ni me gustaría estar.

¡Pido a Dios que alce la mano
cuando me vaya a juzgar!


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 6 Julio 2.005

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

jueves, 15 de enero de 2009

483 - EL AQUEL Y EL ACULLÁ

EL AQUÉL Y EL ACULLÁ (483)



Cada edad tiene su aquél,
en su encanto y su verdad.

Lo malo es cuando se llega
a determinada edad
y ya no se tiene nada,
ni el aquél, ni el acullá,
sólo una vaga esperanza,
de vivir un poco más.

Pido a Dios me la conserve,
no me la deje marchar.

¿Hasta cuándo? ¡No lo sé!

Lo que El quiera. ¡El lo dirá!


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 3 Julio 2005


(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

miércoles, 14 de enero de 2009

482 - EL MUNDO CAMBIANTE

EL MUNDO CAMBIANTE (482) (*)



Cuán cambiante es este mundo,
de la noche a la mañana.

Te acuestas sin sobresaltos
y al despertar, te levantas
y ves que todo es distinto,
que ha sufrido una mudanza
y casi lo desconoces
e incluso temes que hayas
despertado en otro mundo,
en una estrella lejana
para ti desconocida
hasta esa misma mañana.

Antes iba por mis pies,
sin necesitar bengala
en que apoyarme al andar,
con las dos piernas muy sanas,
y allá dónde yo quería
mis piernas me transportaban,
hecho un hombre, bien derecho,
más tieso que una espadaña,
como un junco marinero
recién nacido del agua,
como mástil de una nave
con las velas desplegadas
luchando contra turbiones
y venciendo las borrascas.

Ya no voy. Me traen, me llevan
y conducen a sus anchas,
y no digo que me visten
y me meten en la cama,
porque eso, todavía,
puedo hacerlo, aunque con calma.

Me he convertido en un trasto
que no sirve para nada;
menos mal que todavía
manejo bien la cuchara
y sé llevarme a la boca
las sopas y lo que haya,
y sé usar la servilleta
para limpiarme la baba.

Por algo digo que el mundo
es cambiante: La mudanza
la sufro en mis propias carnes,
carnes flojizas y flacas,
cuando antes era un atleta
que corría y que nadaba
lo mismo que una gacela,
igual que trucha en el agua,
sin temor a cosa alguna,
pues nada me acobardaba.

No obstante cuanto aquí digo,
al Señor le doy las gracias
por todo cuanto le debo,
-que no es poco-; por tenerme
con la mente despejada
y disfrutar de los míos
en una serena calma,
con mi familia y amigos,
esos que nunca me faltan
y que me alegran la vida
cuando la vida me falla.

José María Hercilla Trilla
Salamanca, 2 Julio 2005

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

martes, 13 de enero de 2009

448 - NO VAYAS A PENSAR ...

NO VAYAS A PENSAR.... (448)


No vayas a pensar, no se te ocurra,
que soy un egoista redomado
o acaso un narcisista petulante
que se cree mejor o diferente
del resto de los hombres, mis hermanos.

Estás equivocado si tal piensas;
te juro que no hay nada que a los hombres
ataña, que me sea indiferente,
ni jamás he creído ser distinto,
mi mejor ni peor que todos ellos.

Sólo soy un sujeto al que le agrada
pensar de vez en cuando, aunque no mucho,
sin dejarse llevar por las ajenas
y a veces torticeras opiniones
que pueden convertirte en semoviente
devoto de doctrinas infumables
o en creyente de credos increíbles.

Prefiero discurrir a mis antojos,
buscando la verdad inalcanzable
o tratando de hallar las soluciones
-soñador arbitrista incorregible-
a todos los problemas y miserias
que agobian a este mundo enloquecido.

No te extrañe que viva distanciado,
inmerso en un silencio confortante,
abstraido en mil divagaciones
que a nada me conducen, ni interesan
a nadie que pudiera interrogarme,
curioso por saber lo que yo pienso.

Déjame, pues, tranquilo; disfrutando
de mis últimos años, no sé cuántos,
inmerso en soledades silenciosas,
convencido, por fin, de que ya nada
de lo mucho o lo poco que yo piense
podrá ser de provecho a mis Hermanos,
ni ser la solución de sus problemas.

Ya sabes el porqué de mis silencios,
el porqué de mis hondas soledades...

No es que sea egoista, te lo juro;
tal vez un comodón desengañado
que ha perdido la fe hasta en sí mismo,
aunque siga buscando con ahinco
la Verdad, convencido de que nunca
lograré ni tan sólo aproximarme
para ver desde lejos sus destellos.

Respeta mis postreras soledades
y muéstrame tu amor, si me lo tienes,
dejándome rumiar mis pensamientos,
que, aunque a nada conducen, me complacen
como muestra evidente de estar vivo.


JoséMaría Hercilla Trilla
Almuñecar, 1 septbre 2002

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

lunes, 12 de enero de 2009

441 - EL HORIZONTE

EL HORIZONTE (441)

Escruto el horizonte y no avizoro
augurio sospechoso que me cause
recelo ni pavor de clase alguna,
ni alcance a conturbar esta serena
y muda indiferencia en la que yazgo.

Son cosas de la edad. No te sorprendas,
ni pienses que presumo de valiente.

Cuando alcances mi edad te darás cuenta
-una vez satisfechas las primarias
urgencias que la vida nos impone-
de que todo da igual y a nadie importa
la breve biografía que forjabas
con la vana ilusión de dejar huella
de tu paso fugaz e intrascendente.

Tranquilo con dejar tu nombre limpio
a aquellos que te sigan y te lloren,
nada te importa ya..., fama o dinero...,
y miras descuidado hacia el futuro
gozando la presencia de quien amas...

Cuando llegue la hora inesquivable,
quiera Dios concederme la entereza
de saber despedirme de los míos
como el sol se despide de la tarde,
en silencio, serenamente calmo,
trasponiendo sumiso el horizonte.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 28 Nvbre 2001

(De mi Libro. "Haciendo mi camino")

viernes, 9 de enero de 2009

440 - ¿SENILIDAD, ACASO?

¿SENILIDAD ACASO? (440)


¿Pereza? ¿Cansancio? ¿Agotamiento?
¡Vaya usted a saber lo que ello sea!

Lo cierto es que hace ya bastantes días
que tengo la cabeza medio hueca
y noto que no acuden como antes
-más o menos brillantes- las ideas.

Por mucho que me afane en perseguirlas,
me huyen, se me escapan, se escaquean,
y quedo con la mente como en blanco,
que es un triste color para un poeta.

Rojas, verdes, azules, amarillas,
de mil gayos colores, así eran
las ideas que otrora me asaltaban
y colmaban la mente. Hasta negras
en algunas -muy pocas- ocasiones,
vinieron a turbarme la existencia.

Bastaba con que yo me concentrase
pidiéndome a mí mismo una respuesta
para ver como al punto divisaba
como un rayo de luz, como una estrella,
que alumbraba cual guía mi camino,
llevándome derecho hacia la meta.

No sé si con los años transcurridos
me he dejado invadir de la pereza,
o quizás el cansancio, que en principio
quedaba limitado a mis dos piernas,
ha logrado instalarse en el cerebro
turbando con su peso mi cabeza;
o si no, ¿porqué no?, (todo es posible),
la fuente do brotaban las ideas
a fuerza de manar se haya agotado
o se haya quedado medio seca,
no dejando escapar gota ninguna
que sirva de consuelo a mi impaciencia.

Dios quiera que este tramo de sequía
no adquiera cualidad de duradera
y pronto las ideas me visiten
y pueblen, como antes, mi cabeza.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 21 Nvbre 2001

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

jueves, 8 de enero de 2009

432 - 75º CUMPLEAÑOS

LXXV CUMPLEAÑOS (432)


Setenta y cinco años, que no es poco.
Cuando aún están lejanos nos parecen
una meta distante, inalcanzable,
mas una vez cumplidos se nos muestran
como una fecha más, un cumpleaños
que apenas se distingue de los otros,
de aquellos en que hicimos los sesenta,
cumplimos los setenta o los que fuesen.

Aquí, lo que más suena es esa cifra
rotunda de los tres cuartos de siglo;
hablar así -de siglos- nos impone,
que por siglos se cuentan en la Historia
los actos insensatos de los hombres
desde que el hombre es hombre, si es que acaso
de verdad somos hombres y no fieras.

(Hay veces en que dudo que seamos
algo más que animales, y no es poco)

Al llegar esta fecha os agradezco
a Vos, Señor, vuestras bondades;
y a vosotros, mujer, hijos y nietos,
el amor que habéis puesto en mi existencia,
ese amor que me impulsa a seguir vivo
y a cumplir los cien años, si Dios quiere,
por siempre rodeado de vosotros.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 10-04-2001

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

miércoles, 7 de enero de 2009

431 - TEMPUS FUGIT

TEMPUS FUGIT (431)


No derroches tu tiempo,
no seas loco,
que la vida es muy corta
y el tiempo es poco
.
Despertarás un día
y sorprendido
verás como tu tiempo
se ha consumido.

Y no es eso lo malo,
lo peor de todo
es que el tiempo lo usaste
de cualquier modo;
sin hacer cosa buena
o de provecho:

Media vida vagando,
media en el lecho,
cual si la vida fuese
poco importante
o su fin estuviere
largo y distante.

No vuelvo a repetirte
lo que ahora digo
a modo de advertencia,
por ser tu amigo.

Disfruta de tu vida
como tu quieras,
mas no te quejes luego,
cuando te mueras
y veas que tu muerte
a nadie importa,
que a la gente se quiere
según se porta.


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 6 Marzo 2001

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

martes, 6 de enero de 2009

421 - TODO EL MUNDO ES UN CAMINO

TODO EL MUNDO ES UN CAMINO (421)


Caminante, no hagas caso
de lo que dice el cantar,
eso de que no hay caminos,
que se hacen al andar.

Caminante, no te pares,
prosigue tu caminar
y deja de preocuparte
si el camino estaba ya
abierto o por el contrario
lo tienes tú que trazar.

Si nada bajo los cielos
nuevo se puede llamar,
lo más probable es que otros,
con su pristino pisar,
hicieran ese camino
que te dispones a andar.

Tú no te pares y sigue,
no te detengas jamás,
ni te preguntes a dónde
el camino llevará.

Si otros pasaron, seguro
que también tú llegarás
e igual que pasarón ellos,
llegarás hasta el final.

Lo que no puedes, amigo,
es detenerte y dudar
en si seguir adelante
o volverte para atrás,
en si dejar el que llevas
y otro nuevo comenzar.

(En la vida el retroceso
o el detenerse a pensar
en tomar otros senderos
equivale a fracasar)

O avanzas en tu camino
o a un lado te apartarán
los que te vienen siguiendo,
aunque ignoren dónde van.

Al fin y al cabo es lo cierto
que todos acabarán
en el punto en que termina
todo humano caminar,
donde todos los senderos
vienen al fin a parar,
caminos que otros hicieron
y que tú vuelves a andar.

Todo el mundo es un camino,
un camino singular,
que arranca de todas partes
y sólo a una parte va.

Tu camino, caminante,
no lo tienes que trazar,
que todo el mundo es camino
y estaba trazado ya,
esperando tu llegada.

Limítate a caminar
por el camino adelante,
sin preocuparte de más.

Cualquier camino que tomes,
cuando llegues al final,
verás como desemboca
donde acaban los demás.

Lo importante es que el camino,
mientras dure el caminar,
lo recorras como un hombre:
Con Dios y contigo en paz.

(Lo de en paz con todo el mundo,
no sé si serás capaz;
no sólo de ti depende;
depende de los demás).


José María Hercilla Trilla
Almuñecar, 10 Septbre 2000

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

lunes, 5 de enero de 2009

416 - LXXIV CUMPLEAÑOS

LXXIV CUMPLEAÑOS (416)


Setenta y cuatro ya. Hermosa cifra.
Ignoro si son muchos o son pocos.

A muchos conocí, que no llegaron
y se fueron quedando en el camino,
sin poder alcanzar aquellos sueños
de sus años tempranos y gozosos,
cuando el mundo parece ser propicio
a rendirse a quién quiera conquistarlo
y a la lucha se apreste con denuedo.

De la vida, cual de árbol sacudido
por el viento inclemente de los años,
los hombres se desprenden como frutos,
tal vez sin madurar muchos de ellos,
cual hicieron muchísimos amigos
que se fueron del árbol desgajando,
sin poderme seguir en el camino,
sin poder madurar conjuntamente
y a mi lado seguir envejeciendo,
para juntos, cobrados en manojo,
al fin desparecer por la escotilla,
procurando causar pocas molestias;
que los duelos con pan son menos duelo,
y si en silencio son, miel sobre hojuelas.

Vaya el difunto al hoyo inesquivable
y procure causar pocos trastornos,
para que luego la familia pueda
decir a los amigos que te has muerto
en paz, como un santito, aunque en vida
tuvieran opinión muy diferente
e incluso te tacharan de malvado.

¡Setenta y cuatro ya! ¡Cómo pasaron!
Lleno estoy de ilusiones y proyectos,
que sé que quedarán tan sólo en eso.

¿Qué por qué tan seguro te lo digo?
Muy sencillo. ¡Porque se acaba el tiempo!

No el tuyo, claro está. Tú aún eres joven.
Mi tiempo es el que acaba, ¡sin remedio!.



José María Hercilla Trilla
Salamanca, 10 abril 2000

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

sábado, 3 de enero de 2009

412 - NO QUIERO AGONIZAR ...

NO QUIERO AGONIZAR (412)



No quiero agonizar, y mucho menos
hacer de mi agonía un amargo
y tétrico espectáculo, conmigo
como actor de carácter, condenado
a interpretar, quizás entre estertores,
mi último papel, hasta agotarlo.

No quiero agonizar. Quiero morirme
como se muere el sol en el ocaso,
obediente a las leyes naturales,
displicente, serenamente calmo.

Si no es mucho pedir, entre los míos,
sabiéndoles cogidos de mis manos,
en un dulce morirme que no cause
ni asco ni terror, dolor ni espanto,
en un dulce morir como se muere
el sol de cada tarde en el ocaso.....

Añádeme, Señor, -si no te importa-,
morir con la sonrisa entre los labios...


José María Hercilla Trilla
Salamanca, 24 Enero 2000

(De mi Libro: "Haciendo mi camino")

viernes, 2 de enero de 2009

395 - SIN HORIZONTE ALGUNO

SIN HORIZONTE ALGUNO (395)


- ¡Cuántos días sin horizonte alguno
abierto a mi esperanza;
cuántas horas con la mente vacía
de ideas y palabras
que llevar a la pluma o a la boca
que quería cantarlas;
cuántas noches inquieto, desvelado,
moviéndome en la cama,
anhelando que amaneciera al cabo
y con la luz llegara
el preciado sosiego necesario
para vivir en calma!

- Y esas cosas que cuenta, señor mío,
¿tenían una causa?

- Pues debo responderle, con franqueza,
tal como a mi me agrada
responder las preguntas que me hacen,
que para mí bastaba
el más pequeño roce que tuviera
con la persona amada.

- Pues no sé si creerle o no creerle.
Creí que se trataba
de unos graves problemas financieros,
de que estaba sin blanca,
o acaso de diagnósticos fatales
en su salud quebrada,
o cualquiera de aquellas otras cosas
que a diario nos pasan
a todos los mortales y tenemos
que sufrir y aguantarlas.

- No se burle de mí. Lo que me dice
revela su ignorancia.
Si supiera usted cuánto la quiero
las mofas se guardaba,
y le daba la razón a mis pesares
y a mis desesperanzas.


José Maria Hercilla Trilla
Salamanca, 25 Octubre 1999

(De mi Libro: ("Haciendo mi camino")